La causa exacta de la muerte sólo se conocerá cuando finalicen los informes toxicológicos. Los forenses han querido aclarar que el edema agudo de pulmón todavía no permite aventurar hipótesis como el ahogamiento o la inhalación de tóxicos. La juez dice que Anna y Olivia murieron en casa. Y que envolvió sus cuerpos en una toalla, al menos el de Olivia y lo introdujo dentro de una bolsa de basura, dentro de la bolsa de deporte que lastró con piedras de su casa, y luego con el ancla y la cadena. Eso ocurrió entorno a las 22.30. Lo paradójico es que a esa hora la madre ya estaba en un cuartel de la Guardia Civil llamando a Tomás y él ya le había dicho que no volvería a ver a las niñas. Según la juez, el guardia de la puerta llegó a intervenir a través del móvil de Beatriz con el altavoz puesto, pero a pesar de reiterar que no las volvería a ver y se iba de la isla, a Tomás no se le buscó. Tres cuartos de hora después la patrulla del Servicio Marítimo lo interceptó. Y no tenían aviso para detenerlo. También sorprende la revelación sobre la pareja de Tomás que a las 17.30 de la tarde ya supo que se marchaba porque abrió la nota con el dinero que le mandó. Tomás le llamó varias veces desde la lancha para despedirse, igual que se despidió de su padre y amigos. Pero nadie reaccionó hasta el día siguiente.