Reza un dicho que la realidad supera, en muchas ocasiones, a la ficción. Eso ocurrió recientemente en Canarias al protagonizar un hombre el último capítulo de temeridad en las carreteras isleñas al conducir un patinete subido a un barril de cerveza.

Concremente ocurrió en Santa Cruz de Tenerife, en las inmediaciones de la Avenida Marítima.

"¿Esto es en serio?", se preguntan incrédulos en uno de los muchos vehículos que fueron testigo de esta peligrosa maniobra. "¿Eso es un vehículo ecológico no?", bromean.