El pasado fin de semana, efectivos de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana intervinieron en un local en Maspalomas por incumplimiento de aforo y horario. Los vecinos del barrio de San Agustín alertaron a las autoridades que dicho establecimiento permanecía abierto pasada la medianoche, vulnerando así las medidas para combatir la propagación de la Covid-19 que impone que la hostelería cierre a las 00.00 horas.

Los agentes, una vez en el lugar, comprobaron que el aforo superaba los límites permitidos, tuvieron que solicitar ayuda a la Policía Nacional para desalojar a todos los clientes del lugar. Además interpuso denuncias por incumplimiento de horario, al permanecer abierto hasta las 02.00 horas y de exceder el aforo permitido por la regulación antiCovid.

Un vídeo muestra cómo estaba el local durante la intervención policial, donde se puede apreciar como los asistentes se aglomeran en el interior del establecimiento sin distancia de seguridad ni el uso de mascarilla

El propietario del restaurante afectado, El Capitán, ofreció una entrevista a COPE Gran Canaria y ha asegurado que lo ocurrido es producto del traslado de jóvenes, que al ver que los demás locales cerraban y al comprobar que el suyo es una terraza abierta accedieron al interior del establecimiento. Escuche la entrevista completa aquí.

El hostelero, Francisco Déniz, contó que cientos de clientes entraron “en avalancha” al restaurante que "tiene dos entradas, una que da para la playa y otra en la calle, en 20 minutos entraron entre 100 a 150 personas, por lo que no me dio tiempo a controlar los accesos, cuando quise cerrar ya estaban dentro”.

Las medidas del local cuenta con "el mismo dispositivo que utilizan los políticos para reunir a 6.000 personas para una convocatoria política”.

Déniz lamenta que la mitad de las personas tuvieron que salir sin pagar debido a la enérgica actitud de la Policía Local y señala que "algunos de los agentes no estuvieron muy acertados al actuar con mucha prepotencia, falta de educación y formas que dejan mucho que desear para un cuerpo tan honorable".

Además, cuenta que algunos de los desalojados se quedaron en el exterior hasta las 4 de la mañana haciendo botellón, generando ruidos, sin medidas de seguridad ni mascarilla sin que nadie le increpara de su actitud, ya que la policía se marchó una vez se cerraron las puertas del restaurante.

El hostelero reconoce que la situación se descontroló y acepta las consecuencias, pero pide más comprensión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que asegura "en 15 minutos se podría haber desalojado sin problemas el restaurante sin necesidad de organizar un cordón policial de más de 24 agentes" y recalca que él no obstaculizó la labor policial.