El fuego de Sierra Bermeja está, por fin, controlado. Después de arrasar diez mil hectáreas, llegó la lluvia, que ha sido el mejor refuerzo para los bomberos. Por eso, más de 1.300 vecinos regresan esta madrugada a sus pueblos. Como en Júzcar. "Es como venir por primera vez. Es una alegría, algo que estábamos esperando", señala Francisco Lozano, el alcalde.

Llegan en sus coches, en plena madrugada. No pueden esperar más para volver a sus casas y contentos de ver que su pueblo se ha salvado de las llamas.

Protección Civil les ayuda a realojarse. "Por si necesitan algo, por si se les ha ido la luz. Ayudarles en lo que podamos", dice Toñi Castro, de Protección Civil Mijas.

Y una vez instalados, toca "dormir, a comer y a descansar". Ahora, duermen, por fin, en su cama a salvo del incendio.