Sus amigos y compañeros de Córdoba le llamaban El Cebollo. Pero tiene una inteligencia de nivel superior, un cociente intelectual de 121. En el otoño de 2011, antes de drogar y matar a sus dos hijos, José Bretón, que fuera soldado en Bosnia, tenía dos obsesiones: castigar a su mujer Ruth por separarse de él y la figura del actor Jack Nicholson. Los escritos que recuperaron en su casa los policías que investigaron su caso reflejan su estado de ánimo antes de cometer los crímenes, el 8 de octubre de 2011 y su intento de engañar a todos fingiendo que alguien había secuestrado a sus hijos en el parque Cruz Conde.