El ciudadano de origen ruso que se atrincheró en su vivienda en Puerto de la Cruz desde la mañana de ayer fue reducido por agentes de la Policía Nacional que se habían escondido en el interior de la casa. Y después fue trasladado en una ambulancia a un centro hospitalario. Pero la labor clave fue desarrollada por la negociadora de la Policía Nacional, que habló con el citado hombre durante seis horas en total, hasta que logró que saliera tranquilo del baño en el que se encerró con un cuchillo y amenazaba con acabar con su vida. Salió, le brindó una botella de agua y el varón avanzó un poco por el domicilio, hasta que cinco integrantes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) lo redujeron para evitar que se autolesionara, tal y como establece el protocolo en estos casos.