Poco antes de las 10 de la mañana el portero de una finca en la calle Serrano, en Madrid, veía a través de los cristales de un primer piso, un cuerpo en el suelo. Avisó a la policía y cuando entraron los agentes en la vivienda encontraron tres cadáveres: dos mujeres y un hombre, todos muertos por arma de fuego. Las primeras investigaciones se centran en un posible caso de violencia de género. El hombre, 53 años habría presuntamente disparado a su mujer, de poco más de 40 y a otra mujer de unos 70 años, cuya identidad aún no ha sido confirmada. En la casa vivía una menor de 10 años, hija de la pareja, que no estaba allí en el momento del tiroteo. El presunto agresor, que se ha quitado la vida es un aristócrata, conde y marqués, que disparaba con frecuencia un arma en el patio del inmueble donde vivía, lo que había originado numerosas llamadas a la policía por parte de su vecinos. Un vecino oyó a la 1 de la mañana golpes en la vivienda. Horas después descubrieron los cadáveres.