Óliver Almeida y Xerach Pérez, ambos agentes de la Policía Local de Santa Lucía, estuvieron el pasado sábado con el corazón en un puño. Una hora permanecieron junto a unos padres en el Centro de Salud de El Doctoral esperando a la salida de los médicos para que les dijera cómo se encontraba el pequeño Zacarías, de 2 años de edad, al que habían trasladado en el coche patrulla, inconsciente, por un atragantamiento con flema.
