Beber en exceso, montar un escándalo y no obedecer las indicaciones de la tripulación son algunos de los comportamientos inadecuados a bordo de un avión que pueden poner en peligro la seguridad del vuelo. Este tipo de actitudes acarrean una multa de hasta 5.000 euros, según la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea, recuerda la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).