Los pasajeros de un vuelo de Ryanair vivieron momentos de tensión el pasado viernes cuando el comandante ordenó la expulsión de un pasajero que se negó a colaborar con la tripulación. El incidente tuvo lugar en un trayecto entre Lanzarote y el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela, causando un retraso de 40 minutos en la salida del vuelo.
El problema comenzó cuando el pasajero, que afirmó ser diplomático de la ONU, solicitó ser reubicado en una fila delantera. Al ser requerido por los miembros de la tripulación para mostrar su tarjeta de embarque, se negó, alegando que no estaba obligado a cumplir con dicha petición.