Un hombre sufre una parada cardiorrespiratoria en plena calle de La Orotava (Tenerife) y su vida parece desvanecerse… hasta que una llamada al 112 Canarias lo cambia todo. Al otro lado del teléfono, un enfermero del SUC guía paso a paso a un testigo para realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar. En solo cuatro minutos, comienzan las compresiones torácicas que le salvan la vida. Esta es la historia real de cómo la reacción inmediata, el conocimiento y la calma marcaron la diferencia entre la vida y la muerte.