Las áreas de cortafuegos que el Cabildo de Gran Canaria ha creado en las cumbres de la Isla evitaron que la superficie afectada por los dos grandes incendios forestales de las últimas semanas se duplicara. Es una de las conclusiones que han sacado los técnicos del ente insular tras declarar como extinguido el fuego de Artenara y tener controlado el de Valleseco. Si ambos hubieran "saltado" hacia la cuenca de Tejeda se hubieran propagado con rapidez por el sureste y llegado a afectar potencialmente entre 24.000 y 25.000 hectáreas, provocando la evacuación de hasta 30.000 personas de los núcleos que se encontraran a su paso.