No es una novedad la detención de un presunto terrorista islámico en Canarias ni los seguimientos a radicales por parte de los servicios de Información, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil. La detención en diciembre de 2004 en Lanzarote de Hasan El Haski, uno de los autores intelectuales de los atentados del 11-M, prendió la mecha y situó al Archipiélago en alerta, hasta el punto de que se realizan seguimientos y vigilancias diarias.

La Brigada de Información de la Policía Nacional seguía de cerca los pasos de medio centenar de islamistas en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. Uno de ellos era Imad El Mouahhid, el joven marroquí de 25 años detenido ayer en San Bartolomé de Tirajana por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Se trata de vigilancias que se efectúan con una rigurosidad extrema por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, hasta el extremo de que hay personas que tienen intervenidas todas sus comunicaciones: teléfonos móviles, correos electrónicos y posibles envíos postales. Este último punto es vital a la hora de realizar seguimientos a terroristas islámicos, un colectivo que utiliza como método más fiable de transferencia de dinero el hawala, que en la jerga bancaria árabe significa transferencia o cable.

El hawala es un método basado en la confianza entre las personas y que no deja rastro bancario: alguien que desea enviar dinero a Marruecos, por ejemplo, acude a un locutorio en Gran Canaria (por citar otro ejemplo) con la cantidad que desea enviar en efectivo y desde allí se realiza una comunicación con una persona de confianza que entrega el dinero pactado en el lugar deseado. Por este motivo la policía vigila muy de cerca diversos locutorios de Gran Canaria.

Audiencia Nacional

La práctica totalidad de los seguimientos a radicales islámicos que se realizan en Canarias tienen que ver con investigaciones dirigidas desde la Audiencia Nacional. Algunas de ellas forman parte de macroinvestigaciones en las que hay varias comunidades autónomas implicadas; otras, como la de ayer, simplemente son conexiones de ciudadanos que viven en Canarias con sus respectivos países de origen.

Otro de los aspectos clave de las investigaciones por terrorismo islámico que se llevan en Canarias es el control de las mezquitas. Los investigadores vigilan de cerca el contenido del mensaje que se difunde en varias de ellas.