- Repsol da cuatro posibilidades entre cien mil de que ocurra un accidente grave.

- Es un cálculo falaz. Las prospecciones producen pequeños derrames contaminantes de forma permanente. Eso, de una forma crónica, actúa sobre los ecosistemas, la flora y la fauna marinas. Además, con un solo derrame que se produzca es suficiente para que la catástrofe pueda colapsar la economía de Lanzarote y Fuerteventura. Una sola posibilidad de riesgo es suficiente para pensarlo muchísimo, porque estamos poniendo en riesgo todo lo demás.

- ¿Qué daños puede causar la actividad petrolera diaria, sin accidentes de ningún tipo?

- En la fase de sondeos, se va a producir una afección directa sobre las comunidades de cetáceos. Es una de las zonas más ricas en cetáceos del mundo y se firmó con la Organización Marítima Internacional un proyecto de zona sensible que solo se repite en la Antártida. También Oceana nos ha mostrado mediante videos que hay una biodiversidad muy importante. En la fase de extracción se producen esos pequeños derrames por las pérdidas de las válvulas y la limpieza de la propia plataforma. Esos vertidos constantes producen contaminación en las cadenas tróficas, es decir, los pequeños animales se contaminan y quienes se alimentan de ellos van acumulando esa contaminación. De modo que en la grasa de animales bioindicadores, de larga vida, como son los cetáceos, hemos encontrado rastro de hidrocarburos.

- ¿Alguien ha preguntado su opinión a los expertos en medio ambiente?

- No. Los consejos científicos de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote y Fuerteventura ya nos han manifestado su preocupación. Por parte de las autoridades y por parte de la empresa no ha habido ninguna receptividad a las opiniones de la comunidad científica y eso es preocupante. No se trata de hacer juicios de valor, sino de analizar exactamente lo que se va a hacer y dónde para ver si vale la pena o se corre un riesgo muy alto con respecto a la biodiversidad.

- ¿Hay la más mínima posibilidad de conjugar la actividad petrolera con la condición de Reserva de la Biosfera?

- En principio no. La apuesta de Fuerteventura es por la sostenibilidad. Quiere ser un destino sostenible y eso implica unos recursos como los renovables, infinitos en el tiempo y no contaminantes. El petróleo es una industria sucia, contaminante y que no garantiza el futuro para siempre. Somos un destino turístico y aspiramos como Reserva de la Biosfera a ser además sostenibles.

- ¿Las corrientes marinas alejarían un posible derrame de las costas canarias?

- Esa apreciación es ridícula. Un derrame en aguas profundas llegará con toda seguridad a Canarias, a Marruecos y mucho más abajo. Autoridades de Cabo Verde ya nos han planteado su preocupación. El ejemplo clarísimo es del golfo de México. Ese derrame llegó a 320 kilómetros de distancia.

- Y aunque no llegara, ¿qué daños causaría sobre la zona?

- Los datos están a la vista en los accidentes previos que se han producido. El proceso de regeneración dura entre 10 y 15 años.

- ¿Corre Fuerteventura el peligro de perder su condición de Reserva de la Biosfera?

- Desde luego sería un grave problema justificar una actividad contaminante en un lugar que ha recibido una distinción por su excelencia ambiental. Es una contradicción clarísima y, por desgracia, no deseada por los habitantes.

- ¿Cree que la movilización logrará frenar el proceso?

- Estamos en una democracia. Confío en los mecanismos para que, cuando la sociedad emita su opinión, sea escuchada. También el poder judicial puede ser sensible a estos argumentos.

- ¿Aboga por convocar un referéndum?

- Yo siempre he sido partidario de que se tome la opinión ciudadana y estoy de acuerdo en que haya un referéndum que cuente con la opinión de todos los ciudadanos de Canarias y, más ponderable aún, de los de Lanzarote o Fuerteventura.

- ¿Participará hoy en alguna movilización?

- Sí, en la de Fuerteventura. Es un momento importante.