Campechano y defensor incansable de sus ideales revolucionarios. Así se mostró el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la visita que realizó a Canarias en 2000. El 22 de febrero de ese año, Chávez aterrizó en el aeropuerto Reina Sofía de Tenerife tras aceptar la invitación del por entonces presidente del Gobierno regional, Román Rodríguez, para visitar las Islas.

No era la primera vez que el presidente venezolano pisaba tierras canarias. Seis años antes, en 1994, había hecho escala en el Archipiélago con unos amigos en un viaje privado hacia Madrid y París. "Fueron sólo dos días, pero me bastó para conocer y compartir el espíritu y la idiosincracia del noble y generoso pueblo canario", relató el propio Chávez durante el discurso que pronunció en el Parlamento de Canarias y en el que declaró su amor por el Archipiélago.

Durante su intervención en la Cámara regional Chávez hizo alusión a su infancia en estado Barinas, "donde conocí el valor de la tierra y el esfuerzo campesino". El mandatario venezolano recordó sus primeros contactos con una familia canaria "eran mis vecinos y me mostraron su fervor por la Virgen de las Nieves y cómo conservaban sus costumbres y su folclore", recordó en sus palabras.

La estancia de Hugo Chávez en el Archipiélago duró dos días, tiempo suficiente para hacer acto de presencia en las dos islas capitalinas, si bien su paso por Gran Canaria fue fugaz. Para él las Islas eran un lugar donde se sentía "como en casa". "Hay sitios donde no se ha estado nunca físicamente, pero que uno conoce desde siempre", comentaba el dirigente venezolano al hablar de Canarias.

Don de palabra

Hacía apenas un año, el 2 de febrero de 1999, Huego Chávez se había convertido en presidente de la República Bolivariana de Venezuela tras ganar las elecciones de diciembre de 1998. Con su don de palabra y su discurso popular, hizo del Parlamento regional un escenario perfecto desde el que difundir su pensamiento político.

"Estamos apostando la vida en un proceso revolucionario pero pacífico, porque ha llegado el fin de un modelo político social y económico y la hora de sustituirlo por otro", aseguraba ante los diputados presentes en la Cámara, a quienes se dirigía como "hermanos canarios". A Román Rodríguez, a quienconsideraba su "amigo", le agradeció su reciente visita al país caribeño tras las inundaciones sufridas a mediados de diciembre de 1999 en el litoral venezolano, y que él mismo definió como "la mayor catástrofe natural que ha caído nunca sobre Venezuela".

Chávez dio las gracias en aquella ocasión a los canarios por su solidaridad ante la tragedia y por las muestras de apoyo anónimas e institucionales procedentes desde el Archipiélago

El presidente venezolano llegó a las Islas a las dos de la tarde de un martes tras mantener por la mañana un desayuno de trabajo con el Rey Juan Carlos, en el que trató con el monarca las "dificultades" por las que atravesaba Venezuela.

"El peso que ha recibido mi generación es el de un 80% de pobres, una mortalidad infantil disparada, un sistema productivo deshecho, una juventud sin oportunidades para formarse. ¿Qué harías tú, Román, con un 80% de pobreza? No quiera Dios que jamás pase algo así en Canarias", expuso el mandatario bolivariano ante el presidente del Ejecutivo autónomo.

Confianza empresarial

La propuesta de Huego Chávez para solucionar la situación de su país se basaba en "barrer unas instituciones caducas y pervertidas", según expuso en la Cámara autonómica. Otro de sus objetivos, dijo, era ganarse la confianza de los empresarios isleños para atraer su inversión hacia Venezuela.

En su paso por Canarias, Chávez dejó tras de sí la imagen de un hombre muy cercano y accesible tanto para los políticos como para los periodistas locales. Ni siquiera sus agentes de seguridad mostraron mayor recelo ante la proximidad de los curiosos al mandatario. Según relatan las crónicas de hace trece años, era la Guardia Civil y la Polícia Nacional la que velaba por la rectitud de la comitiva presidencial a su llegada a Tenerife, primera isla que Chávez visitó.

Los empresarios canarios también tuvieron su momento de encuentro con el presidente sudamericano. Una reunión en la que el líder del chavismo expuso "las grandes posibilidades de inversión que están abiertas en Venezuela". En ella, explicó, se concretaron "proyectos del Gobierno en diferentes campos económicos". Hugo Chávez aprovechó la ocasión para invitar formalmente a un grupo de empresarios relacionados con el sector de la construcción y el turismo para que se desplazaran a la octava isla y comprobaran por sí mismos las oportunidades.

El mandatario venezolano visitó durante su estancia en Tenerife la Casa de Venezuela en La Laguna. Allí aseguró que no creía en "el poder de una persona para destruir o construir un país" y que la nación "tiene la fuerza colectiva suficiente para ser de nuevo grande, gloriosa y bolivariana de verdad".

Su confianza en la ciudadanía era patente y lo demostraba afirmando que le debía "la vida al pueblo", ya que a su entender "la existencia de un hombre no vale absolutamente nada en comparación con la libertad de la nación".

El presidente venezolano no tuvo reparos en autonombrarse la voz de todos aquellos que habían sido "silenciados durante mucho tiempo". A su entender representaba a "los campesinos sin tierra, los niños que fallecen de desnutrición, los ancianos que mueren esperando una pensión y a los que no tienen justicia". Una falsa modestia con la que se presentaba como el salvador de Venezuela y que le encumbraba como el un líder político ideal para un pueblo que se dejó seducir por su discurso popular y lleno de tremendismo.

"Prefiero morir físicamente a dejar de ser lo que soy", afirmaba con contundencia Chávez cuando aún la sombra del cáncer formaba parte de un futuro incierto e inesperado. Para lograr ganar adeptos, y solocomo él sabía hacerlo, sacó partido a su estancia en el Archipiélago pidiendo que "no nos dividamos entre canarios y venezolanos porque en el fondo somos la misma esencia".

En su breve estancia en Gran Canaria, Chávez inauguró una exposición fotográfica titulada En Venezuela, el futuro cumple un año con imágenes representativas del primer año de su gobierno. Para el mandatario bolivariano su llegada a la Presidencia de Venezuela se debía a que "el pueblo venzolano estaba adormecido, amarrado e invalido y ahora se despertó, se desencadenó y se mueve".

Los tres actos que Hugo Chávez tenía previstos en su agenda para el 23 de febrero de 2000 en Gran Canaria, quedaron reducidos a dos, antes de su partida hacia Senegal. El dirigente llegó a la capital grancanaria acompañado de una constante lluvia, que finalizó tras la partida de Chávez.

Entre las citas que se se mantuvieron estuvo el encuentro con Román Rodríguez, con quien ya había estado prácticamente en todo momento en la isla de Tenerife. En esta reunión, Chávez amplió la invitación que ya había hecho al sector empresarial canario a la colabroación técnica y económica del Ejecutivo regional.

"El próximo mes de abril se desplazarán a Venezuela un grupo de empresarios con los que hemos establecido fechas para realizar entrevistas y contactos", aventuraba el creador del chavismo a los distintos medios de comunicación en la isla de Gran Canaria.

Asimismo, Hugo Chávez anunció por aquel entonces que, fruto de su buena relación con el presidente canario, ambos territorios iban a establecer una acuerdo de colaboración en sectores económicos estratégicos de Venezuela, tales como la industria petroquímica, la energía eléctrica o el gas.

El líder revolucionario quiso dejar claro durante su paso por las Islas Canarias que en su país los medios de comunicación trabajan "con plena libertad y señaló que "en la Administración del Estado no hay mayor presencia de militares que ingenieros" y que otros profesionales. Al igual que hizo en Tenerife, en Gran Canaria Chávez ofreció un discurso capitalista vendiendo los éxitos logrados en la economía de sus país durante su reciente mandato para atraer las inversiones extranjeras.

Lo que no pudo obviar el mandatario venezolano fueron las altas tasas de criminalidad e inseguridad que padece Venezuela, y que aún hoy en día se mantienen como el mal con el que nunca pudo acabar Chávez. Aún así, él aseguraba que la Venezuela del siglo XX se caracterizaba por ofrecer una vida de "contrastes y de grandes contradicciones". A su parecer existía "la paz social en la República". Una paz en la que ahora tal vez descanse su alma,la cual calificó un día de "alborotada" por el entusiasmo de visitar su "querido" Archipiélago.