La sangre no llegó al río, pero sí hubo toque de atención. Miembros de la Comisión Permanente de Coalición Canaria reprendieron ayer al presidente del Gobierno regional y de CC, Paulino Rivero, por solicitar a Madrid la convocatoria de un referéndum sobre el petróleo sin consultar antes al partido. La cúpula reconoce fallos en la coordinación entre partido y Ejecutivo, que procurarán solventar en el futuro.

Más de dos horas duró ayer la reunión de este órgano en Las Palmas de Gran Canaria, en el que, entre otros asuntos, Rivero escuchó las quejas de dirigentes molestos porque no fueron avisados de la estrategia del pacto autonómico contra las prospecciones petrolíferas, autorizadas por el Gobierno central a Repsol en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura. El líder de la formación nacionalista arguyó que entendía que no era necesario una reunión previa y debate interno, por el rechazo "total" del partido a la búsqueda de crudo cerca de las Islas. De hecho, la decisión de proponer una consulta popular va en consonancia con lo aprobado en el quinto congreso nacional, donde el primer punto de su propuesta de resolución defiende el derecho de los canarios a decidir sobre lo que pasa en sus aguas territoriales.

El presidente del Grupo Parlamentario Nacionalista, José Miguel Ruano, y el secretario general de CC, José Miguel Barragán, conocían la celebración del Consejo de Gobierno extraordinario el lunes para abordar la petición de referéndum a Madrid y el posterior anuncio público de Rivero.

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