El candidato de Izquierda Unida (IU) a presidente del Gobierno, Alberto Garzón, advirtió este jueves de que la "sombra de la gran coalición" entre el PP y el PSOE "sobrevuela todos los escenarios electorales" de 2015, empezando por Andalucía.

"Estamos en un momento de oportunidad histórica para transformar la sociedad" en beneficio de la mayoría social, y por eso Izquierda Unida va a apostar "nítidamente" por candidaturas de unidad popular en todos los lugares donde sea posible, dijo Garzón en rueda de prensa.

Contrapuso la prioridad de la izquierda por la justicia social frente a la de la derecha, que es el pago de los intereses de la deuda a costa del bienestar de los ciudadanos.

Al respecto indicó que el PSOE de Susana Díaz y Pedro Sánchez es el "mismo proyecto político que el de Rubalcaba", que subordina las prioridades políticas al pago de la deuda, y para eso cambiaron junto con el PP la Constitución.

Esos pactos explícitos entre PSOE y PP se producen en muchas ocasiones, son hechos, y por eso la "sombra de la gran coalición", sobrevuela los escenarios electorales, dijo.

En el caso de Andalucía, denunció cómo Susana Díaz rompió unilateralmente un pacto de izquierdas para acordar inmediatamente con el PP el reparto de sillones en la Cámara de Cuentas con vistas a protegerse de la fiscalización de la corrupción en la próxima legislatura.

Susana Díaz rompió el pacto con IU "muy probablemente por el miedo que tiene a que se investigue la corrupción del PSOE y ha optado por empezar a pactar con el PP", consideró.

Esa ruptura unilateral del pacto de izquierdas ha supuesto "un cabreo monumental" en la militancia de IU de Andalucía y puede condicionar "enormemente" acuerdos en el futuro, dijo.

Insistió por tanto en lograr candidaturas de unidad popular en todos los lugares donde sea posible, dejando de lado las pequeñas diferencias, porque la oportunidad de quitar el gobierno a la derecha no se puede desperdiciar, insistió.

Se refirió a las elecciones en Grecia, que no han sido una simple batalla por el gobierno, sino que lo que está en juego es el modelo social, que la derecha quiere basar en la precariedad, la temporalidad, la privatización y el recorte de derechos civiles.

La situación griega es de emergencia social y la prioridad absoluta es que la gente no pase hambre, por lo que quitó importancia a las reacciones de los mercados ante las primeras medidas del gobierno de Syriza.

Las instituciones europeas y los economistas ya reconocen que hay que reestructurar la deuda griega porque es un lastre que impide crecer y generar empleo.

"Al norte de Europa le conviene la reestructuración de la deuda griega", dijo Alberto Garzón, así que confió en que haya un acuerdo que servirá para que en España también se dé prioridad al gasto social frente a los intereses, "justo lo contrario de lo que hicieron el PP y el PSOE".

En esa situación de emergencia social quiso contextualizar Garzón el pacto de Syriza con la derecha nacionalista, la otra fuerza política que también se opone a la política de la troika.

"Una política enfocada a la mayoría social puede generar problemas en los mercados, que son irracionales, pero las instituciones europeas tienen que entender que Grecia solo puede salir de la crisis si cambia de política económica y si reestructura su deuda para poder pagarla y que la gente no se muere de hambre en las calles".

Subrayó que es importante que los griegos, ante la pobreza generada por la Unión Europea, hayan optado por la solidaridad y la redistribución que representa Syriza, antes que por la xenofobia de Amanecer Dorado.