Las administraciones locales canarias siguen ajustando sus cuentas y reduciendo su endeudamiento con los bancos. Las políticas derivadas en la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria puesta en marcha por el Gobierno central en 2012 ha mantenido a raya el gasto de ayuntamientos y cabildos y ello se ha traducido en los últimos años en una notable reducción de los números rojos con los que se saldaron los años inmediatamente posteriores a la crisis. Según los datos que acaba de divulgar el ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, los ayuntamientos canarios cerraron el 2015 con una deuda viva de 653 millones, lo que supone una reducción del 18 % respecto a la del 2014 (797 millones), varios puntos por encima de la producida en el conjunto del Estado. En 2014, las administraciones canarias lograron recortar sus créditos en 149.7 millones, un 15,8 %, más de dos puntos menos que el ejercicio pasado.
La situación de los municipios canarios es sin embargo muy dispar entre sí, porque mientras algunos aún mantienen con un muy alto nivel de endeudamiento, una veintena de ellos, dos más que en 2014, están a cero y no tienen créditos pendientes con las entidades financieras. Así, siete ayuntamientos de Gran Canaria dejaron a cero sus deudas, Artenara, Arucas, Mogán, Moya, Tejeda, Valleseco y Vega de San Mateo, mientras que en Lanzarote y Fuerteventura lo hicieron, respectivamente, Antigua y Haría.
En la provincia occidental, los municipios tinerfeños Fasnia, Tacoronte y La Matanza de Acentejo; los palmeros Breña Alta, El Paso, Tijirafe y Villa de Mazo; los gomeros Alajeró, Hermigua y San Sebastián y la capital herreña, Valverde, también cerraron el ejercicio sin cuentas pendientes con los bancos.
Incrporacioens
De ente todos estos ayuntamiento sólo Mogán, Tacoronte y Breña Alta se han sumado a la lista de los que ya aparecían como no endeudados del 2014, mientras que de ella se han caído los de Arico y San Bartolomé de Tirajana, que han abierto créditos en el último año por valor de 21.000 y 819.000 euros, respectivamente.
Telde sigue liderando la tabla de los ayuntamientos con pagos pendientes al mantener un debe aún de 101,8 millones, frente a los 114,2 del año anterior. Le siguen muy de cerca los tinerfeños de San Cristóbal de La Laguna, con 94,4 millones; Santa Cruz de Tenerife, con 87,6, y Las Palmas de Gran Canaria, con 62,9. Sin embargo, mientras las villa lagunera y la capital grancanaria han conseguido reducir considerablemente su deuda de 87,3 y 107,8 millones del 2014, la capital tinerfeña mantiene prácticamente la misma, que era de 87,8 millones.
Otros municipios con cantidades importantes de deuda son Puerto de la Cruz (22,3), Arrecife (17,3) Adeje (17) Gáldar (16,7); Pájara (16), Tías (15,1), Teguise (14,7), y Yaiza, Arona e Icod de los Vinos, las tres con más de 11 millones. La capital de La Palma, Santa Cruz, tiene una deuda de 9,6 millones, mientras que La Oliva, Valsequillo y Candelaria superan los seis millones.
Sin embargo, en el apartado de deuda por habitante, es decir, lo que proporcionalmente recae sobre cada ciudadano empadronado en un ayuntamiento, la tabla la sigue liderando el municipio majorero de Betancuria, que con un debe total de 2,5 millones reparte nada menos que 3.630 euros entre cada uno de sus 713 habitantes. La carga sin embargo es considerablemente menor de la que soportaban en 2014, año en el que con una deuda municipal de 3,2 millones se repartían una aportación teórica de 4.471 euros. En este capítulo son llamativas también las cifras de ayuntamientos como los tinerfeños de Buena Vista del Norte, con una deuda total de 5,6 millones y de 1.166 euros por habitante; y de Los Silos, donde la deuda total de 5,3 millones coloca el debe proporcional peor cabeza en los 1.104 euros.
Sólo cuatro municipios isleños han roto la tendencia y han incrementado su deuda durante 2015, aunque lo han hecho en cantidades poco significativas. Además de los dos mencionados que mantuvieron su debe a cero en el 2014 pero que sí acudieron a los bancos en el 2015, San Bartolomé de Tirajana y Arico, otros dos ayuntamientos, ambos tinerfeños, tienen ahora amortizaciones pendientes superiores a las del ejercicio anterior. Se trata de Candelaria, que tiene viva una deuda de 6,7 millones frente a los 6 del 2014, y de San Juan de la Rambla, que la incrementó de 58.000 a 99.000 euros.
En el otro aspecto, el de ayuntamientos que estrecharon considerablemente sus obligaciones financieras, caben destacar, además del mencionado caso de Telde, el de la propia capital grancanaria, que redujo su deuda de 107,8 a 62 millones, dejando su deuda por habitante en 165,6 euros; el de Pájara, de 23,4 a 16 millones; o el de Ingenio, de 5,8 a 1,4 millones, todo ellos de la provincia de Las Palmas.
En la provincia occidental destacan los casos de Adeje, donde se mermo la deuda desde los 34 millones a los 17,2; Arona, de 14,8 a 11,1; Granadilla, de 13,4 a 11,4; Los Llanos de Aridane, de 5,8 a 2,6; o San Miguel de Abona, de 9.6 a 6,2 millones.
Por provincias, los ayuntamientos de Las Palmas mantienen una deuda viva de 321,6 millones, 92 menos que en 2014, mientras que las corporaciones de Santa Cruz de Tenerife sólo la redujeron en 51,2 millones al pasar de 382,6 del 2014 a los 331,4 del 2015. Es decir, que mientras que las corporaciones orientales recortaron en un 22,3 % sus créditos pendientes con las instituciones financieras, el esfuerzo de las occidentales fue de algo menos, un 13,3 %.
