La anunciada remodelación del Gobierno regional tendrá que esperar ya que nacionalistas y socialistas no se ponen de acuerdo a la hora de concretar los cambios. La intención era que los máximos dirigentes de ambas formaciones propusieran las salidas y los nombramientos para iniciar el próximo curso político con nuevas caras en algunos departamentos del Ejecutivo, pero la resistencia del PSOE a seguir cediendo frente a CC ha frenado por ahora una reestructuración que el propio presidente Fernando Clavijo anunció cuando cumplió su primer año al frente del Ejecutivo. Sin ir más lejos la consejera de Hacienda y portavoz, Rosa Dávila, se encargó tras el Consejo de Gobierno del lunes y a preguntas de los periodistas de confirmar que los cambios no están descartados.
En los cénaculos próximos al Ejecutivo se ponen sobre la mesa varios nombres, tanto de la primera fila del Gabinete como de cargos intermedios. Sin embargo, por ahora no hay movimientos claros para que los cambios se produzcan a corto plazo, por lo que queda descartado que haya movimientos de fichas antes de las vacaciones de agosto. Fuentes socialistas niegan que en el último Consejo de Gobierno antes del periodo estival, el próximo lunes día 8, se lleve algún cambio al menos por parte del PSOE. La siguiente reunión oficial del Ejecutivo está prevista para el 29 de agosto.
En las últimas semanas, dos consejeros socialistas han tenido roces con los nacionalistas. La titular de Obras Públicas, Ornella Chacón, y el consejero de Sanidad, Jesús Morera, se han visto involucrados en serias diferencias por el desequilibrio en las inversiones entre las dos islas capitalinas y por la distribución de los fondos del crédito extraordinario de 107 millones de euros aprobado por el Ejecutivo esta semana. La mayor o menor debilidad de Chacón y Morera después de estas trifulcas se tendrá que demostrar cuando se elaboren los presupuestos autonómicos de 2017 y se vea cómo queda el reparto de fondos en sanidad y las inversiones.
Pero en Coalición Canaria también hay nombres de consejeros, en este caso consejeras, que se encuentran seriamente cuestionadas. Se trata de la titular de Educación y Universidades, Soledad Monzón, y la de Turismo, Cultura y Deportes, María Teresa Lorenzo. En ambos casos son los propios nacionalistas los que no están plenamente satisfechos con la gestión de ambas consejerías.
En el segundo nivel del Ejecutivo también hay varios nombres que se encuentran cuestionados no sólo desde el ámbito político interno, sino desde los colectivos económicos y sociales. En el caso del PSOE, las presiones por ahora no han surtido efecto y hasta el momento no se prevén modificaciones en el organigrama.
Escenarios internos
Las tensiones internas que genera este escenario de posibles cambios están provocadas por la propia situación de las formaciones del Gobierno. La Ejecutiva regional del PSOE está prácticamente paralizada y hay una pugna interna entre los que demandan una gestora y los que prefieren que las cosas se queden como están hasta el congreso regional.
En esta tesitura, la vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, es la que controla las riendas de los socialistas en el Ejecutivo con una autonomía que le ha llevado a enfrentarse con varios sectores del partido. Las aspiraciones de Hernández para alcanzar la Secretaría General de la formación ha abierto las luchas internas para buscar un candidato alternativo en la cita congresual, que no se celebrará hasta después del Congreso federal, para el cual tampoco hay fecha todavía.
En Coalición Canaria el escenario no es tan convulso como en el PSOE pero sí hay debate interno de cara también al congreso de los nacionalistas. A la debilidad que se cronifica en Gran Canaria se suma ahora la situación del partido en Fuerteventura, con una gestora con la que no todo el mundo está contento. En el caso de Tenerife, principal bastión electoral de CC, está por ver si el presidente Fernando Clavijo se mantiene como líder insular, aunque ya él mismo se ha encargado de decir que no aspira a tener un cargo orgánico de relevancia ni a compaginar dos puestos.
