El Congreso inicia un nuevo intento de investidura de un candidato a la Presidencia del Gobierno de España y acabar con el bloqueo que domina la vida política española desde hace casi un año. Tras dos procesos electorales y una minilegislatura de apenas cuatro meses en la que el socialista Pedro Sánchez fracasó en la búsqueda de una mayoría parlamentaria, es ahora el líder del PP, Mariano Rajoy, quien la busca. Aunque cuenta para ello con los 137 votos de su partido, los 32 de Ciudadanos y el de la diputada de Coalición Canaria (CC), Ana Oramas, está aún a seis escaños de lograr la mayoría absoluta necesaria en la primera votación de mañana. Tampoco logró ayer convencer al PSOE para que con su abstención permita la investidura con más votos a favor que en contra en la segunda votación 48 horas después.
El desbloqueo supondría además la puesta en marcha del calendario para actualizar las relaciones Canarias-Estado tras más de cuatro años de tensiones como consecuencia de los recortes presupuestarios y los desencuentros entre los gobierno regional y central. Aunque la normalización se inició tras las autonómicas del año pasado, el Archipiélago contaba con dar un salto cualitativo importante en la nueva etapa política española tras las generales del pasado diciembre y el nuevo contexto económico, que abre expectativas de cambio en el tratamiento presupuestario.
Este es el marco en el que el Gobierno de Canarias viene defendiendo la necesidad de que haya un gobierno en Madrid cuanto antes para abrir el desarrollo de una amplia agenda que afronte algunos de los asuntos que considera claves para consolidar la salida de la crisis, el impulso a la inversión, la creación de empleo y la mejora de los servicios públicos esenciales.
La primera posibilidad de afrontar esa agenda canaria se frustró en marzo tras fracasar de la investidura de Sánchez. Con Rajoy llega una nueva oportunidad, aunque sólo con el beneplácito de la parte nacionalista del Ejecutivo regional, ya que los socialistas isleños se suman al rechazo que la dirección federal del partido mantiene sobre la investidura del candidato conservador.
Más allá de posiciones partidistas concretas, el conjunto de las fuerzas políticas y económicas del Archipiélago consideran vital que cuanto antes se formalice un Gobierno en Madrid que apruebe el techo de gasto y elabore un proyecto de presupuestos estatales para 2017, ambas cuestiones determinantes para que el propio Gobierno de Canarias diseñe el marco presupuestario autonómico y conozca los recursos que recibirá del Estado el próximo ejercicio.
Con este objetivo de fondo, CC se dispone a apoyar la investidura de Rajoy tras conseguir un acuerdo con el PP muy parecido al que alcanzó en febrero con el PSOE, aunque según fuentes nacionalistas "mucho más desarrollado y detallado". La formación canaria ha sido la primera en ambos casos en avanzar el apoyo de su diputada, Ana Oramas, al candidato, con la diferencia de que a Sánchez le brindó sólo la abstención en la primera votación. Oramas justifica esta diferencia por el hecho de que su voto a Sánchez suponía una minoría parlamentaria de sólo 131 escaños, que consideraba claramente insuficiente para garantizar una gobernabilidad futura, mientras que el de ahora eleva esa suma a 170 escaños.
En todo caso, la sesión que hoy se inicia con la intervención de Rajoy y que continuará mañana con la de los grupos parlamentarios y la primera de las votaciones previstas, supone una nueva oportunidad para establecer la hoja de ruta.
Según CC, el hecho de que esa agenda de asuntos isleños haya sido asumida primero por los socialistas y ahora por los populares garantiza que se abrirá una nueva etapa y que el próximo gobierno central, del signo político que sea, está comprometido con su desarrollo. Pero el previsible fracaso de la investidura de Rajoy esta semana mantiene en el aire las expectativas, pendiente de una posible nueva sesión en septiembre u octubre tras las elecciones vascas, y al Gobierno de Canarias sin saber a qué atenerse y temiendo unas terceras elecciones el 25-D.
