El número de procedimientos penales incoados por la Fiscalía en Canarias en 2015 se situó en 248.127, 14.127 menos que el año anterior, lo que representa una caída del 5,38%. El fiscal superior de la Comunidad Autónoma, Vicente Garrido, adujo que este descenso se ha producido también en el resto de España y obedece fundamentalmente a la despenalización de algunas faltas y, en menor medida, a la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal sobre el nuevo régimen de remisión de atestados sin autor conocido por la policía a los juzgados.
"Vivimos un momento histórico complejo, caracterizado tanto por la necesidad de asimilar las numerosas reformas que nos afectan como, a la vez, por la inevitabilidad de acometer nuevos cambios estructurales", aseguró Garrido, que abogó entonces por "mantener el rigor de la razón, la plena dedicación y la ambición en los objetivos".
"Debemos responder cumplidamente a la exigencia de la sociedad de una Justicia eficaz", manifestó durante su presentación de la memoria anual del Ministerio Fiscal, que sirve para exponer la actividad desarrollada por los fiscales y la evolución de la criminalidad en Canarias.
En esa exigencia de Justicia se incluye "decididamente la reclamación de que quien la promueve actúa conforme a la Ley, de forma imparcial y desde una perspectiva autónoma", apostilló.
A continuación, hizo un repaso de los datos relativos a las secciones especializadas. Cabe destacar que en materia de lucha contra la violencia sobre la mujer continúa este tipo de delitos. Garrido lamentó que el pasado año tres mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas y alertó del aumento de la denominada violencia de género digital, esencialmente entre adolescentes y jóvenes, pues "las redes sociales constituyen el principal medio de comunicación entre ellos y este instrumento también es muy útil para controlar, vigilar, presionar o desprestigiar a una persona, aprovechando el anonimato y la gran repercusión que tiene la red". No en vano, la Fiscalía formuló en 2015 hasta 1.637 escritos de acusación por delitos de esta naturaleza.
Asimismo, el fiscal jefe aprovechó para reflexionar sobre las últimas reformas legislativas, que "supuestamente" estaban dirigidas a procurar una respuesta más eficaz y eficiente frente al fenómeno delictivo. En cambio, él considera que no se han conseguido tales fines.
Indicó, por ejemplo, que la revisión del Código Penal parecía acoger algunas de las ideas recogidas en el Libro Blanco del Ministerio Fiscal, como era la supresión de los juicios de faltas que, en teoría, debería descongestionar los juzgados de Instrucción para que pudieran dedicarse a la persecución de las conductas más graves. Sin embargo, "esta reforma ha sido mucho menos ambiciosa de lo que hubiera sido deseable", criticó, al tiempo que refutó el sistema de plazos máximos de la fase de instrucción.
Para Garrido es necesario replantearse el modelo "en su totalidad" y apostó por un nuevo sistema de justicia penal. Cree que las causas del retraso en la tramitación de los asuntos complejos van más allá de un problema de medios, de personas o de instituciones, pues se inserta en un sistema "burocratizado".
Al acto asistieron numerosas autoridades civiles y militares y en su transcurso se rindió homenaje al magistrado Ignacio Marrero, recientemente fallecido.
