Gran Canaria llevará el control de todas las estaciones del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) ubicadas en la provincia oriental. La inversión de seis millones de euros que el Estado ha destinado en la mejora y ampliación de las instalaciones de este servicio en las Islas permitirá que los centros de coordinación de Fuerteventura y Lanzarote se integren en el de la isla grancanaria.

El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, visitó ayer la estación situada en los terrenos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) para conocer de primera mano el funcionamiento y las carencias de los radares de vigilancia. Cada isla cuenta, según el delegado, entre 10 y 15 agentes divididos en diferentes turnos para la realización de las labores de este servicio.

Hernández Bento subrayó que la "interconexión" de los centros de la provincia permitirá liberar a parte del personal dedicado a esta tarea, en manos de la Guardia Civil, para centrarse en la realización de otras funciones.

El objetivo es que durante el primer semestre de 2017 esté finalizada esa centralización. En ese mismo tiempo, además, el delegado del Gobierno estimó que estarán instaladas y en funcionamiento las siete nuevas estaciones que posibilita la inversión. Éstas estarán ubicadas en la provincia oriental -dos en Gran Canaria, dos en Lanzarote y tres en Fuerteventura-, y se sumarán a las trece que ya hay repartidas entre las islas de la provincia oriental y Tenerife.

"De este modo se va a conseguir blindar todas las islas orientales", destacó el delegado, quien considera de suma importancia que se dé una "relación permanente" entre los operadores que se encargan de la gestión del SIVE y los técnicos que desarrollan el sistema para que se interprete con la máxima exactitud las señales que emiten los radares.