La moción de censura en Icod de los Vinos no tienen marcha atrás a tres días del pleno, al menos eso es lo que se afirma desde el PP. Coalición Canaria se prepara para perder una Alcaldía pero advierte a los populares que si preparan más desalojos de sus regidores en otros ayuntamientos puede atacar por un flanco que alcanza la línea de flotación de la actual dirección regional del PP: Puerto de la Cruz. El alcalde del municipio turístico del norte de Tenerife es Lope Afonso, que también es coordinador general del PP canario y se ha convertido en uno de los dirigentes de la máxima confianza del presidente regional, Asier Antona.
Afonso es sostenido en la Alcaldía de Puerto de la Cruz gracias a CC, pese a que el PSOE fue el partido más votado en el municipio. Durante el año y medio que duró el pacto entre nacionalistas y socialistas en el Gobierno regional la Alcaldía portuense estuvo sujeta a los vaivenes de los pactos en cascada porque la dirección socialista exigía el cumplimiento del acuerdo regional en ese municipio. Los nacionalistas se negaron a ceder pese a las presiones de la cúpula del partido y Afonso se mantiene al frente del Ayuntamiento.
Pero las cosas no son tan sencillas en el intrincado tablero político insular. Ahora es la moción de censura en Icod, pero antes fue en La Frontera y en Granadilla de Abona y los tambores de inestabilidad también suenan en otros municipios, además de Puerto de la Cruz, como son los casos de Tijarafe, Fuencaliente, Tacoronte, Arico y en cabildos como La Palma.
Preocupación
Las consecuencias de esta situación no solo afectan a los pactos municipales e insulares sino también a la vida interna de los partidos. Hay dirigentes nacionalistas que ven con preocupación la espiral en la que se ha entrado al cuestionarse el pacto con el PP en Madrid por la censura de Icod ya que, recuerdan, la censura en Granadilla de Abona, que supuso el desalojo del PSOE tras un pacto entre CC y PP, supuso a la larga la ruptura del pacto entre nacionalistas y socialistas en el Ejecutivo regional por el mal ambiente que se generó entre ellos.
La carta de Puerto de la Cruz no es tan fácil a priori, explican las fuentes de CC consultadas, ya que la situación política en Tenerife y en algunos municipios como el portuense es de enfrentamiento político y "malos rollos personales" que impiden llegar a acuerdos que cambien el gobierno municipal. "Hemos elevado el tono pero tiene difícil salida", admiten.
La pugna entre nacionalistas y populares en el ámbito de las corporaciones locales se inició de forma más virulenta en 2011 cuando el PSOE y el PP se pusieron de acuerdo para desalojar a los nacionalistas de la mayoría de los ayuntamientos de La Palma, además de en el Cabildo, lo que provocó una seria crisis en el pacto de gobierno entre CC y PSOE que, sin embargo, no supuso su ruptura pese a los problemas y el expediente de expulsión abierto a los socialistas palmeros. Recientemente ha vuelto a resurgir la posibilidad de un cambio de gobierno en la Corporación insular palmera con la salida de CC del grupo de gobierno y la entrada del PP. En el aire tanmbién municipios como Tijarafe y Fuencaliente, con inestabilidad permanente desde que se inició el mandato tras las elecciones de 2015.
El mapa político de Tenerife es mucho más inestable y hay sectores y destacados dirigentes del PP de la isla que también se han manifestado en contra de pactar con CC. Los ayuntamientos que se encuentran en minoría o en manos de pactos son más y han estado sujetos a la inestabilidad prácticamente desde que se inició la legislatura. Los incumplimientos de los pactos en cascada se han convertido en un arma de doble filo para los tres partidos mayoritarios, que ahora vuelven a convertirse en moneda de cambio para las vendettas políticas debido a la ruptura de las negociaciones entre nacionalistas y populares.
