La ruptura de la disciplina de voto de la diputada del PP y vicepresidenta segunda de la Mesa del Parlamento canario, Cristina Tavío, tiene al presidente, Asier Antona, y a su secretaria general, Australia Navarro, descompuestos. La fuga de Tavío, que se abstuvo en la votación, junto a los socialistas, en la petición de cese del presidente del Consejo Rector de Radiotelevisión Canaria (RTVC), Santiago Negrín, promovida por el propio Antona junto a Podemos y Nueva Canarias, ha provocado un terremoto en el seno del partido.

Sin embargo, y al menos de cara al público, esta insumisión de la parlamentaria tinerfeña se considera como un asunto que no merece sanciones contundentes, pues es la primera vez que sucede y, al fin y al cabo, fue una abstención y no un voto en contra de la destitución.

Con estos argumentos, la dirección del PP intenta quitar hierro a la ruptura de voto de Tavío. Aunque estudie posibles sanciones, no serán inmediatas ni medidas de gran calado que puedan incrementar el foco de atención mediática sobre el partido, y que agrieten aún más los problemas internos que vive la formación por la errática estrategia de Antona, por, entre otras cuestiones, su alianza con las dos formaciones de izquierdas para forzar un pleno en el que se cesara a Negrín, e interferir así en el concurso para la adjudicación del contrato de los servicios informativos de Televisión Canaria.

La destitución no salió adelante por los votos en contra de CC y la Agrupación Socialista Gomera (ASG), y la anunciada abstención del PSOE, que prefirió no obstaculizar el concurso con el cese, proponiendo que primero se cubrieran las dos vacantes del Consejo Rector de RTVC.

Por tanto, pese al feo que le hizo el pasado miércoles Tavío a Antona, y el tremendo enfado del presidente por esta falta, y también de Australia Navarro, que en plena votación gritó a Tavío que se estaba equivocando de botón, el PP no tomará una decisión en caliente sobre una eventual apertura de expediente disciplinario a la diputada tinerfeña.

Navarro aseveró ayer al respecto que la actuación en el Parlamento de Tavío "es un tema interno del partido y se analizará cuando toque". Nada más. Navarro, que es la que debe liderar una posible sanción a Tavío, se encuentra ahora inmersa en el proceso de enmiendas parciales a los Presupuestos canarios de 2 018 y este fin de semana se celebra el noveno congreso de Nuevas Generaciones (NNGG) del PP regional, en Las Palmas de Gran Canaria, con lo que el asunto Tavío pasa a un segundo plano para que se enfríen los ánimos y la atención mediática, y más aún si la diputada calla, como lo está haciendo, y no ahonda en los motivos que la llevaron a romper la disciplina de voto marcada por Asier Antona.

La causa que le contó a Navarro, en una tensa llamada telefónica en la noche del pasado martes, no convence a la dirección del PP. La diputada, según fuentes cercanas, alega que su voto no fue en contra del partido, porque simplemente se abstuvo y no influía en nada en el resultado que ya se preveía de la votación tras la posición de los distintos grupos. Decidió abstenerse, cuentan, por coherencia con los informes de los letrados a la Mesa de la Cámara que indicaban que antes de cesar a Negrín se debían cubrir las dos vacantes del Consejo Rector porque sino se restringían las posibilidades de suplentes a los otros dos miembros que aún se mantienen en el órgano de dirección.

La cúpula del PP no cree estos argumentos y sostiene que ni la Mesa ni la Junta de Portavoces hizo propuestas en los mimos términos que indican los letrados, según los distintos testimonios recabados. Además, Antona y Navarro están sumamente molestos porque Tavío no desveló que iba a abstenerse pese a que la duración de la sesión plenaria fue de dos días. Con todo, si se decide la apertura de un expediente disciplinario no pasaría de un apercibimiento por la naturaleza de su falta, indican desde el partido.

Aunque es una dirigente histórica en el PP de Tenerife, Tavío ha perdido peso en la organización al ser arrinconada tras el XIV congreso regional del partido, celebrado en marzo, donde Antona se proclamó presidente del PP de Canarias. Tavío le había disputado las primarias y el nuevo presidente optó por otro dirigente tinerfeño, Lope Afonso, como número tres del PP, dejando a Tavío sin cargos orgánicos. Pero su nombre en Tenerife tiene gran peso pues prácticamente levantó la formación en la Isla, y quizás con este gesto ha demostrado que sigue ahí, y que no está de acuerdo con decisiones que ha tomado Antona, como la de cesar a Negrín, lo que de prosperar hubiera bloqueado el concurso de informativos de TVC.