Almodóvar ha visto amanecer y atardecer en Lanzarote. Ha fotografiado su lava, su sol, su arena, sus reflejos negros, rojos y dorados, el mar incesante. Ha escuchado el rumor de olas, el chillido de gaviotas y viejos molinos. Pero todo acaba. Incluido el rodaje de 'Los abrazos rotos'.

Los atardeceres casi irreales de El Golfo, la belleza dramática y la desolación de los malpaíses, los tonos quemados de La Geria, la sombra de un volcán, el viento y el rumor del mar al alcanzar la playa de Famara y la paz, sobre todo la paz, la calma interior que le ha insuflado Lanzarote.

Todo esto y mucho más se llevan en sus tripas los equipos de grabación de Pedro Almodóvar, que hoy culmina el plan de rodaje previsto para Los abrazos rotos cuando comenzó a trabajar en la Isla, el pasado 26 de mayo. En principio, y a falta de una decisión contraria que no sería de extrañar dada la confesada fascinación del director manchego por este abrasado rincón del Atlántico, el telón ya ha empezado a caer.

El plan de rodaje de la productora El Deseo fijó el regreso definitivo a la Península para el día de mañana, mientras que hoy está prevista una nueva sesión de trabajo en el bungaló de la urbanización Los Noruegos, al borde de la espectacular playa de Famara y al pie del no menos imponente Risco. Almodóvar y su troupe regresan a la costa tras centrar su trabajo durante varias jornadas en la casona conocida como La Torrecilla, colgada de una ladera del Volcán de La Corona. El pasado jueves, por cierto, el cineasta compartió una comida en el interior de la vivienda con sus actuales propietarios, un matrimonio británico, cita en la que estuvieron presentes tres personas más, incluido el alcalde de Haría, José Torres Stinga, de Coalición Canaria.

En los últimos días, Almodóvar ha vuelto a incidir en varios foros en la tranquilidad que le domina en Lanzarote y en el respeto de la población hacia su trabajo, incluidos las decenas de curiosos que se han acercado para contemplar de cerca la grabación de algunas de las escenas. "En Madrid no habría sido posible", ha comentado el propio director, que se ha hospedado en una de las villas del Gran Meliá Salinas de Costa Teguise al igual que el elenco de actores, encabezado por Penélope Cruz, que ya ha abandonado Lanzarote, Lluís Homar y Blanca Portillo.

Más allá de la trascendencia cinematográfica que tiene el inicio del rodaje de una nueva película de uno de los directores más famosos y seguidos del mundo, la presencia en la Isla de Almodóvar y de una actriz de la talla de Penélope Cruz ya han supuesto una de las mayores promociones para Lanzarote en su historia. Y todo a falta de saber el recorrido y el impacto que tendrán Los abrazos rotos, pues una eventual selección para los Óscar multiplicaría el efecto.

Por ahora, y como ha reflejado el autor de Átame, Todo sobre mi madre o Hable con ella, hay un abrazo que nunca se romperá: el de Almodóvar y Lanzarote. Y cada día atardecerá en El Golfo. Eso no es ficción.

.....................