- ¿Qué obras intenta adquirir como marchante?

- Mi trabajo consiste en captar obras para coleccionistas. Ahora estoy buscando obras de Picasso y arpilleras de Millares. Dentro de los localistas he trabajado, también, con Antonio Padrón, Nicolás Massieu, Juan Ismael, Óscar Domínguez, Oramas... Pero son solo cuadros que algunos clientes me piden.

- ¿Por qué se están comprando cuadros de Picasso?

- Porque ahora mismo tengo demanda de algunos clientes que quieren sus obras, porque estoy pendiente de la visita de una fundación, y lo mismo que digo Picasso, puedo decir Andy Warhol o Matisse... todo lo que es obra mayor.

- ¿Y de artistas canarios?

- Trabajo con Ciro Miró, que ahora vive en Berlín. Por su condición de actor, su obra está consiguiendo expansión. Me interesa apostar por él, aunque su trabajo todavía tiene bastante que madurar. Y al ser un hombre joven y con inquietudes tiene bastante proyección, además de que se está tomando muy en serio su disciplina tanto de actor como de pintor. Sobre todo, tiene mucha esperanza en el tema de la plástica.

- ¿Qué otros pintores canarios tiene en su agenda?

- Hay artistas con los que estoy pendiente de trabajar. Ahora mismo, me interesa promover la obra de Paco Arana porque es totalmente diferente y luego también trabajo con Chano Navarro. Aparte hay artistas que trabajan con otras galerías, pero que algunos clientes me piden su obra, como la de Gabriel Ortuño, Pedro Déniz y cualquier artista de la generación de los 70, como la de Leopoldo Emperador.

- A estos creadores, ¿los trata como mecenas o como marchante?

- Hay una serie de artistas con los que trabajo, como Fernando Álamo, que ya están reconocidos. Si mis clientes me piden obras, yo intento conseguirlas. Y luego están aquellos por los que yo apuesto. Después de hacer un estudio muy exhaustivo del artista los propongo a mis clientes.

- ¿Cómo ha afectado la crisis al negocio?

- Para mí es más difícil vender un cuadro de arte menor, de 1.000 a 3.000 euros, que uno de arte mayor, de 500.000 euros, porque el arte mayor se vende bien, siempre se mueve en el mercado internacional y no hay tanto problema con la crisis.

- ¿Y cómo afecta a los pintores canarios?

- El tema es que cuando trabajas o llegas a un acuerdo con un artista, éste tiene un compromiso fuerte conmigo porque el precio de venta del cuadro no se puede modificar por mucha crisis que haya. Por eso un coleccionista que acude a mí para comprar una obra de arte tiene la garantía de que le va a costar lo mismo, con la ventaja que si yo llevo a más artistas le voy a asesorar mejor sobre los que tienen mayor proyección.

- ¿Qué le lleva a promocionar a un joven artista canario?

- Yo tengo que ver si hay calidad en la obra y si tiene proyección con respecto a la seriedad con la que se toma su trabajo. Veo la línea de trabajo que marca y, sobre todo, estudio a la persona. Aquí hay muchos artistas que pueden pintar más o menos bien, pero si no me convence la persona no trabajo con él.

- ¿Planes para el futuro?

- El 1 de octubre hago una exposición colectiva en el centro cultural del vino Club Torres con Kaare Lem, un pintor danés, y Paco Arana, grancanario.