Iván Martín aseguró ayer que "el no tener un apoyo institucional me ha obligado a trabajar el triple que otros artistas". Así lo reconoció el pianista grancanario durante la presentación del concierto que, dentro de la Temporada 2009-2010 de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria, ofrecerá esta noche, a las 20.30 horas, en el auditorio Alfredo Kraus, un programa formado por una primera parte con obras de Beethoven y una segunda de Chopin que coincide con el centenario del nacimiento de este compositor.

Iván Martín, que hizo la presentación en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés, acompañado por la vicepresidenta de la Sflpgc, Pilar Roca de Armas; la vocal Margarita Guerra Caballero, y el jefe de Relaciones Externas de El Corte Inglés, Manuel Marrero O'Shanahan, afirmó que, en cuanto a las piezas del autor alemán, interpretará la Sonata en Fa menor, nº 1 op. 2, "la primera sonata que Beethoven escribió para piano con 14 ó 15 años y de las más representadas del Romanticismo", y la Sonata en Do menor, nº 8 op. 13, "que es de las más conocidas del alemán junto a la patética".

En cuanto a la segunda parte, el pianista grancanario recordó que está integrada por dos nocturnos, dos impromptus y el Andanta Spianato y Gran Polonesa Brillante, "que es una obra un poco más moderna, de gran brillantez, con esa capacidad que tenía Chopin de unir la elegancia polaca y la técnica".

Iván Martín aclaró que para cualquier artista todos los apoyos son pocos y recordó que pianistas como Dudamel y Lang Lang "tienen talento, pero una campaña de apoyo logístico", por lo que puntualizó que, al no tener él ese apoyo, "me he visto obligado a ponerme las pilas sobre cosas que a otros ya les vienen dadas". En este punto, el pianista grancanario no dejó de reconocer que también está bien que a uno no se le reconozca antes de tiempo ya que "muchas trayectorias profesionales han acabado antes porque impide el desarrollo artístico al máximo nivel", pero recordó que los gobiernos se implican en la carrera de cualquier artista que empieza a despuntar, y estos músicos participan en programas de intercambio con otros países, "pero", señaló, "aquí tenemos una desventaja en cuanto a la tradición de la música culta ya que, a diferencia de Italia, Alemania o el Reino Unido, España ha funcionado como un país importador de cultura y no exportador". El pianista admitió que esto ha cambiado ya que ahora "tenemos vientos en las mejores orquestas del mundo".

Para Iván Martín, el cambio debería ser una cuestión de conciencia que consistiría en "dejar de tener una mentalidad de importador y apoyar el producto nacional". El pianista puso el ejemplo de otras comunidades que sí apoyan a su cantera. "Conozco a un tenor valenciano", comentó, "con una carrera fantástica y Valencia lo está apoyando ya que las instituciones van a sacar rédito de esto", pero calificó como triste el que la orquesta de su ciudad haya realizado dos giras internacionales con solistas extranjeros".

Iván Martín también reconoció que su vida ha estado "muy marcada por la figura de Chopin de forma inconsciente", ya que ha recibido clases de profesores polacos, vivió cerca de su residencia y llegó a manejar varios manuscritos de sus obras", y recordó las palabras de Rachmaninov según el cual, "cualquier concierto, por muy malo que sea, con unos nocturnos de Chopin queda maravilloso"