La canaria Laura Vega ganó con su Pater Noster para coro y orquesta de cuerda la única Mención de Honor del IV Premio Internacional de Composición Fernando Rielo, en el que se alzó con el principal galardón, dotado con 5.000 euros, Antonio Nogueral. Los otros dos compositores finalistas fueron el valenciano José Miguel Campos y el gallego Juan Durán. Este premio, creado por Fernando Rielo, tiene como objetivo promover la música sacra contemporánea.

El pasado viernes se interpretaron en un solemne acto en la madrileña iglesia de los Jerónimos las obras de los cuatro finalistas. El jurado estuvo integrado por el compositor y director de orquesta Ignacio Yepes, como presidente; la catedrática y concertista de arpa María Rosa Calvo Manzano; el organista, cembalista y compositor Miguel Ángel Tallante Pancorbo; el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y concertista de guitarra Alfredo Vicent López; y la secretaria del Jurado María Victoria Rullán Miquel, directora del Aula de Música de la Fundación Fernando Rielo.

Previamente a la emisión del fallo, el jurado subrayó que "los cuatro finalistas han dado pruebas de un alto nivel, en cuanto al arte y en cuanto a la técnica de la composición, puestas al servicio de la musicalización de un texto religioso: el Padrenuestro. Lo cual requiere la penetración profunda de su significado por parte del compositor para que pueda expresar su íntimo sentir: espíritu de la música sacra, según la concepción del creador del Premio, Fernando Rielo".

Tras la interpretación de las piezas "el jurado por unanimidad, ratifica la hondura y espiritualidad de las cuatro obras finalistas". De la obra ganadora, el jurado destacó que es un "trabajo de filigrana, con gran emoción, sensibilidad y sencillez. Una obra perfectamente construida, con gran manejo de la sonoridad puesta al servicio de la profundidad religiosa".

Las obras fueron interpretadas en la velada por el Coro Koiné Ensemble y la orquesta de cámara Camerana del Arte, dirigidas por el maestro Ignacio Yepes. El presidente de la Fundación Fernando Rielo, dirigió un profundo mensaje a los asistentes, en el que afirmó que "la música posee una forma de expresar la riqueza inconmensurable que nos hace personas entre personas. Si entendemos este hecho connatural, podemos saber algo de la intimidad divina sin que nuestra inteligencia la ignore o la ponga en cuestión. La pregunta sobre la existencia de Dios viene a hacerse innecesaria para quien vive en el deseo y búsqueda de la verdad, la bondad y la hermosura del amor".