El concierto de Bruce Springsteen no pasó desapercibido para políticos, empresarios y otras personalidades de la vida pública canaria, que abandonaron en casa las corbatas y los protocolos que marcan sus habituales jornadas de trabajo para dejarse mecer por el contundente rock del autor de Born in the USA, que actuaba por primera vez en Gran Canaria. Los Vips de la Isla no quisieron faltar a una cita que no se repite precisamente todos los días, aunque esta vez la atención y los focos no se dirigieran hacia ellos, sino hacia otro señor, que empuñaba una guitarra en el centro del enorme escenario

Algunos hasta fueron en familia, como los Bravo de Laguna, José Miguel y Lucas, padre e hijo, presidente del Cabildo grancanaria y consejero de Deportes respectivamente. El alcalde capitalino, Juan José Cardona, terminó pronto los deberes municipales para poder acercarse a las 21.00 horas al Estadio de Gran Canaria. Y para que no se diga que todas las administraciones no estaban representadas en el concierto, la delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, hizo también acto de presencia, como lo hizo también el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra.

El presidente de la Caja de Canarias, Juan Manuel Suárez del Toro, el presidente del consejo de administración de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, y el empresario Agustín Manrique de Lara fueron tres de las personalidades no políticas que se dejaron ver por el recinto de Siete Palmas.

Consejeros insulares

Al PP bien le debe gustar el estilo brioso y desgarrado del Boss, porque muchos de sus representantes en distintas instituciones se acercaron a escucharlo cantar anoche, como los consejeros insulares Melchor Camón y Carlos Sánchez. También hicieron lo propio Francisco González e Hipólito Suárez, alcaldes de Mogán y Moya respectivamente, la diputada regional Águeda Montelongo, el concejal Pablo Barbero y la presidente del PP tinerfeño, Cristina Tavío.

Pero no todo iba a ser PP. Los nacionalistas Fernando Bañolas e Inés Jiménez, consejeros insulares en la oposición, y el centrista Matías Campos se acercaron también a la maratoniana cita con el cantautor estadounidense. La buena música los juntó ayer a todos, era el momento de dejarse ganar por el sonido y la garra de Bruce Sprigsteen.