El 11 de junio se publicaba Pan y mantequilla, el single de adelanto del que será el segundo álbum de estudio de la banda grancanaria Efecto Pasillo. La canción, de estribillo pegadizo y ritmo contagioso, ha tenido el impacto jamás soñado por el cuarteto que en 2007 pusieron en marcha Iván Torres (voz), Nau Barreto (guitarras y coros), Javi Moreno (batería, percusión y coros) y Arturo Sosa (bajo). Ha sido el verano de mayor éxito de la banda, un estío a Pan y mantequilla gracias al impacto que el tema ha tenido en la casa de las radiofórmulas, los 40 Principales. Desde su lanzamiento, Pan y mantequilla ha escalado en la lista radiofónica al golpito hasta posicionarse este sábado en un histórico número 1, algo que antes ningún artista canario ha conseguido antes.

El nuevo disco de Efecto Pasillo titulado El misterioso caso de... (Dar la Lata Records) tendrá en diciembre su lanzamiento digital y edición física a comienzos de 2013. Con Tato Latorre en la producción, el mismo guitarrista que los hizo creer en su potencial y crecer con su primer álbum de título homónimo licenciado por Vicious Records en 2010, que incluía hits como Chacho, el trabajo de dos años intensos de composición y grabación (aún restan por grabar coros y arreglos menores), ha tenido un triunfo que nunca pasó por sus cabezas.

"Sabíamos que la canción tenía posibilidad, y cuando la teníamos nos dijimos ¡esto está bueno! y puede que llegue lejos, que a lo mejor y con suerte podía entrar en la lista de Los 40, pero nunca tan alto, lo único queríamos era hacer once buenas canciones, que nos gustase a nosotros y al público también", explicaba ayer Arturo Sosa junto a Iván Torres y Javi Moreno, (el guitarrista Nau Barreto estaba en Madrid), en un encuentro organizado por este periódico en las alturas de la capital grancanaria: la piscina del hotel AC, en Santa Catalina. "Vimos que Pan y mantequilla era un posible hit", apunta Iván Torres, y "no nos equivocamos porque la idea cuando empezamos con el disco era ampliar repertorio y durante el periodo de criba fue cuando apostamos plenamente, y ha supuesto un paso más de lo que hicimos en el primer disco".

Grabación

La secuencia de grabación realizada mayormente en Barcelona hizo que la banda propusiera al director los once temas de un repertorio ya cerrado donde no se incluía Pan y mantequilla. Explica Javi Moreno que aunque "la composición siempre fluye de formal natural, y no es que hubiese miedo o temor por cómo iba a quedar el segundo disco respecto al primero, y fue por eso que hicimos como unos sesenta temas de los quedaron once. Y Pan y mantequilla salió a última hora cuando todo parecía definido. Fue el productor quien insistió en que siguiéramos componiendo".

El vocalista de Efecto Pasillo, Iván Torres, reconoce que el olfato del productor ha sido determinante visto el resultado y la popularidad de la banda desde junio pasado. Desde su lanzamiento, el tema se posicionó en el no 37 de Los 40, para semana a semana escalar al 33, al 30, al 26, 23, 19, al 15, al 11 donde permanecieron anclados durante quince días, y luego hacia arriba llegando al puesto no 10, 7, 6 y 3, plaza noble que hoy podrían abandonar para llegar a lo más alto de la radiofórmula. "Tato tenía muy claro que hacía falta un golpe en la mesa, y este fue el golpe", sentencia Iván.

La banda se mantiene fiel al sonido que les puso en órbita: bases funk, contundencia rítmica, y mucha energía. Si se le cuestiona Efecto Pasillo sobre cuál es el secreto para que una canción como Pan y mantequilla suba como la espuma, la respuesta es bien simple: "la canción funciona". Asegura Iván Torres que el tema en cuestión, escorado a una suerte de "reggae festivo", tiene una "estructura bastante asequible" cuyo armazón se escora a formas tradicionales de composición, esto es "estrofa, estribillo, estrofa, una parte diferente, y un estribillo final". A esto se le añade "una letra que es crucial porque tiene una temática muy común para todo tipo de público y muy digerible, y está narrado de una forma muy rítmica con comparaciones y metáforas que son muy pegadizas y ocurrentes, las métricas están muy bien entrelazadas". Y para cerrar el círculo, "una base rítmica contundente, un bajo que camina tan bien, una batería que va como una locomotora, las guitarras de Nau, y la magia de la producción de Tato Latorre. ¿Fórmulas? Pues, inspiración y trabajar mucho".

Ayer, tres de los miembros de Efecto Pasillo se encontraban en la capital grancanaria tras tres semanas de promoción y grabación. Con Nau ausente y con residencia casi fija en Madrid, el grupo se ha planteado la posibilidad de trasladarse a Madrid, "o al menos alquilar una casa", apunta Javi Moreno porque "tendremos que volver, seguir con la promoción, y parece lo lógico teniendo en cuenta cómo nos han ido saliendo las cosas en los últimos meses".

En Madrid

Ironías de la vida, ya que si hace tres años y con el lanzamiento de su primer álbum la opción de cambiar de aires, Gran Canaria por Madrid, estuvo mas de una vez sobre la mesa, ahora es una necesidad. Es mas, su relación con 40 Principales viene desde el disco de debut ya que gracias a temas como Chacho tuvieron la posibilidad de participar en distintos festivales de gran formato en distintos puntos de la geografía nacional y organizados por la cadena. "Es verdad", recuerda el vocalista de Efecto Pasillo. "Hace dos o tres años pensábamos si valía la pena movernos a Madrid para defender el disco y el proyecto, y ahora es el trabajo, las nuevas canciones del grupo, lo que por razones obvias, nos obliga a irnos fuera".

Los tres del grupo no paran de agradecer cuánto le deben de por vida al guitarrista y productor Tato Latorre. Dice el bajista Arturo Sosa con el gesto compartido de Iván y Javi, que "Tato Latorre ha sido fundamental en todo esto, nos ha aportado mucho, una visión mas global de este negocio, y muchas cosas más allá de lo que se puede aprender de la industria de la música".

Lo que está claro, sea Pan y mantequilla, el 3 o el 1 de los 40 Principales, que según Iván Torres nadie podrá negar que "Efecto pasillo ha dado un paso más allá de lo que habían hecho, con mayor o menor acierto muchas bandas canarias, y esto es una puerta que se abre de cara a que los grupos vean que es posible, y que hay que hacer caso a la gente que sabe, dejarse aconsejar". Una aseveración que rubrica Arturo Sosa: "en Canarias, la queja es lo común de los grupos, y no por ello vas a conseguir algo en la música".

Al margen de lo que ocurra este mediodía, lo inmediato que no depende de votación ni de maniobra promocional alguna, es que antes que acabe este 2012 El misterioso caso de... estará en el mercado, primero digital y luego físico, con un repertorio donde hay mas canciones en la estela de Pan y mantequilla, además de otros cortes de cadencia latina donde se cruzan batucadas con fraseos raperos, otros con el sello funk y abundantes guitarras, e incluso algún que otro medio tiempo en clave acústico.

La agenda da vértigo tiene el grupo por delante. Antes de final de año, al menos 15 fechas en directo, y tras el lanzamiento del disco unos 60 conciertos por toda la geografía española.