¿Cómo decide revisitar El conde de Montecristo para elaborar un ensayo en torno a sus claves principales?

La idea surge a partir de mi tesis doctoral sobre literatura comparada, que presenté a finales de 2010, donde demuestro que Alexandre Dumas se basó en una novela del escritor británico Edward Bulwer-Lytton, Zanoni, donde no sólo está el origen de El conde de Montecristo sino también el de otras novelas de Dumas. Esto me lleva a releer El conde de Montecristo con un detenimiento que no había tenido hasta entonces y me llevó a encontrarme con que era una obra muchísimo más profunda de lo que pensaba, con un mensaje iniciático masónico bastante interesante. A partir de ese descubrimiento, surge la intención, una vez doctorado, de escribir este libro.

Un clásico que habla de masonería, traición, tesoros ocultos y venganza, ¿en qué aspectos encierra los secretos para redireccionar nuestras vidas?

Fundamentalmente, tenemos que tener en cuenta que esta es una obra que se escribió en una época de crisis, pocos años antes de que estallase la revolución de 1848 y una década después de que estallase una anterior, en 1830. Entonces, estamos ante una obra escritura durante el reinado de Luis Felipe I, en una Francia donde la sociedad no sólo vivía una crisis política sino también una crisis espiritual y moral. Eso se reflejaba en muchísimas cosas, como en un índice extremadamente alto de suicidios, algo muy típico del romanticismo. Entonces, Dumas escribe esta obra como una respuesta a los problemas de aquel momento.

Se trata de una novela sobre la traición y la venganza pero que, sobre todo, gira en torno a la capacidad de perdonar.

Efectivamente, porque al final el conde de Montecristo consigue perdonar al más culpable de todas aquellas personas que lo habían traicionado, aquel hombre que lo privó de su libertad y lo condenó al olvido y la cárcel por un crimen que no había cometido. El conde de Montecristo es un joven al cual encarcelan injustamente, pierde a su padre y su prometida, intenta suicidarse pero no lo consigue y, sin embargo, cuando sale de la cárcel se convierte en un hombre que no solamente es capaz de amar la vida sino que, incluso, logra superar el afán de venganza y alcanzar la felicidad, haciendo que los demás también sean felices y evitando que otras personas se suiciden.

¿Cree que Dumas equipara el conde de Montecristo con Jesucristo?

Efectivamente, hay una cosa evidente: el conde de Montecristo es Jesucristo. Dumas crea el personaje no sólo con un título nobiliario que recuerda precisamente a Jesucristo, sino con una figura que guarda muchísimos parecidos con Jesucristo y con el que se identifica muchas veces en distintos aspectos a lo largo de la novela.

¿En qué aspectos considera El conde de Montecristo una novela masónica?

La forma en la que el protagonista se fuga de la prisión está basada en el ritual de acceso al tercer grado de la masonería, el grado de Maestro. Luego, una serie de cosas que le ocurren cuando ya está fuera de prisión pertenecen al grado décimo octavo, que es el del Soberano Príncipe Rosacruz o Caballero del Águila y del Pelicano. Pero en El conde de Montecristo, aparte de nombrarse la masonería, se encuentra lo que es la palabra de paso de este grado, que es una especie de contraseña que, en las organizaciones iniciáticas, permite pasar de un grado a otro. Incluso, la cruz roja que aparece en el blasón del conde de Montecristo es uno de los símbolos del grado décimo octavo. No se han encontrado pruebas de que Alexandre Dumas fuera masón, pero lo que no me cabe ninguna duda es de que El conde de Montecristo es una novela masónica.

El estadounidense Tom Reiss afirma que el protagonista de la obra estuvo inspirado en el padre de Alexandre Dumas, que era negro, ¿está de acuerdo?

Esa es una cosa con la que no estoy completamente de acuerdo porque es evidente que el conde de Montecristo está inspirado en la figura de Jesucristo y en el protagonista de Zanoni de Bulwer-Lytton. El parecido con este hombre no sólo no se da sino que, además, el padre de Dumas era mulato, mientras que el conde de Montecristo es un hombre de una palidez prácticamente espectral. Hasta lo toman por un vampiro en varias ocasiones. Me sorprendió bastante esta biografía de Reiss porque no le veo ningún sentido, pese a que le dieran el Premio Pulitzer de Biografía.

¿Cree que esta obra se ha estudiado lo suficiente en España?

En absoluto, es una obra completamente menospreciada, se considera literatura de evasión y, sólo lo es en la evasión del protagonista. Dumas trató de escribir un libro que llegase al mayor número posible de personas y lo consiguió porque es una de las novelas más famosas de la historia de la literatura. Pero es evidente que calificarla como una obra menor o, incluso, una obra de literatura juvenil, es una gran injusticia que se comete al subestimar una obra bastante compleja.

Dice que se trata del mejor libro de crecimiento y desarrollo personal, ¿por qué?

En efecto, estamos ante una obra que considero que enseña a conocerse a sí mismo, a desarrollar todas las potencialidades humanas, a afrontar el dolor como una parte imprescindible de la vida y la evolución personal para transmutarlo y alcanzar la felicidad. En este aspecto, estoy completamente convencido de que supera cualquiera de estos libros de autoayuda que tanto abundan y que, realmente, lo único que dicen no es más que música celestial. En unos aspectos, El conde de Montecristo es un manual de autoayuda y, en otros aspectos, es un manual de instrucción masónico porque demuestra cómo ese pensamiento masónico que hay en El conde de Montecristo lo único que ha tratado de conseguir es que el hombre sea más feliz. La masonería es la organización iniciática más vilipendiada de la historia pero, sin embargo, ellos han intentado una cosa que considero loable y que consiste en que el ser humano viva mejor y sea más feliz. Ese es el mensaje iniciático que hay en El conde de Montecristo.