La banda grancanaria Efecto Pasillo se ha propuesto que tiemble la tierra con su tercer álbum discográfico, que salió a la venta la pasada semana en vísperas de San Juan. Después de un debut de vértigo con El misterioso caso de... y su hit Pan y Mantequilla, la banda descubre en Temblar la tierra su disco "más latino y más trabajado". Así lo afirman sus integrantes Iván Torres (voz), Javi Moreno (batería), Arturo Sosa (bajo) y Nau Barreto (guitarras), que han agitado las radios musicales y las redes sociales con su single Cuando me siento bien, que ya registra más de un millón y medio de visitas en YouTube.

"Este disco está un poco más trabajado, sobre todo, en las letras, porque hemos hecho entre todos un esfuerzo mayor por juntarnos y buscar la frase y la palabra perfecta para cada canción", revela Arturo Sosa. En esta tercera aventura musical, la banda también explora otros sonidos y estilos instrumentales, pero sin perder la esencia que les coló en la primera línea del pop nacional. "Esta vez nos hemos ido un poco más a lo latino, hemos introducido más percusión y también diferentes instrumentos nuevos de cuerda que nunca habíamos probado antes", señala el bajista. Después de su gira reciente por Latinoamérica, donde ya resuenan con fuerza los estribillos de Pan y mantequilla y No importa que llueva, los músicos de Efecto Pasillo afrontan una etapa de consolidación en su breve -pero muy intensa- trayectoria. "¡Es que apenas han pasado dos veranos desde que empezó todo!", reflexiona Javier Moreno, en un gesto de retrospectiva. "Nadie tiene la clave del éxito, pero nosotros, básicamente, hacemos lo que nos gusta y siempre nos hemos guiado por eso", explica, "diría que ha sido una cuestión de mucha ilusión, constancia y tomarse las cosas muy en serio".

"Creo que hemos podido madurar en estos años porque, al principio, todo era muy nuevo para nosotros", añade Sosa, "ahora ya estamos más concienciados de que la música es una carrera de fondo y de que tienes que estar totalmente comprometido con lo que haces para no flaquear nunca". Por su parte, Barreto, guitarrista, señala que "hay mucho trabajo detrás de cada canción, cada videoclip, cada paso". ¿Y cuál es el precio del éxito? "¡Pues que ninguno tiene novia!", señala Barreto, entre risas. "Y eso que, al principio, todos empezamos emparejados", ríe Moreno. Pero Sosa confiesa que "estar lejos de la familia es lo que más pesa". "Pero lo aceptamos como algo que nos toca vivir y aprovechamos el tiempo que nos queda para estar con los nuestros", admite el bajista.

No obstante, la banda canaria ya triunfa al otro lado del Atlántico y, con su base de operaciones en Madrid, canta con la mirada puesta en Latinoamérica. "Creemos que es el territorio lógico para seguir expandiéndonos; incluso, por una cuestión de idioma", señala Moreno, quien admite "con sorpresa" que "no esperábamos una acogida tan calurosa y que el público latinoamericano conociera tanto y tan bien nuestras canciones".

Con todo, los cuatro concluyen que gran parte de su éxito radica en el estallido de alegría y optimismo que rezuman sus letras. Y es con este espíritu positivo como se defienden ante el futuro. "La gente necesita más que nunca oír canciones optimistas y esa es una de las razones por las que Efecto Pasillo engancha", apunta el batería. "A nosotros nos sale de forma natural, porque ese es nuestro carácter y así lo reflejamos en las canciones". "Y no nos va nada mal", concluyen.