El músico grancanario Tinguaro colabora en el nuevo trabajo discográfico de Los Gofiones, Por una Cabeza, con una singular y curiosa versión de Luna de miel, el tema compuesto por Mikis Theodorakis al que puso letra Rafael de Penagos. Esa canción que popularizó la diva española en el esplendor del music-hall durante los años 50 en España, Olga Lasso, y que el rapero reinterpreta "en otra onda, un poco más reggae o tropical y en algún momento tirando a rumbita de aquí", es uno de los doce cortes que se recogen en el esperado vigésimo disco del grupo grancanario, que saldrá a la venta conjuntamente con LA PROVINCIA a principios del mes de diciembre.

El cantante, de 39 años, conocido por su rica fusión practicada alrededor del hip-hop, timba, son cubano y ritmos tradicionales del folclore canario, no oculta su satisfacción con el resultado de Luna de miel,. Tinguaro, que confiesa que no conocía la canción, explica que lo primero que hizo tras el encargo de Los Gofiones fue acercarse a los trabajos ya grabados por Olga Lasso y Paloma San Basilio. "No fue complicado seguir la melodía original y mantener esas armonías que hacen que la gente la haga suya rápidamente, practicando a la vez una fusión con otros ritmos como el reggae, que ha quedado muy resultona con el arreglo añadido de las voces. Es un reto y un honor cantar esta canción que tanto ha representado para muchas generaciones". El músico señala que su particular versión grabada en estudio para este disco, "puede ayudar a conectar a las nuevas generaciones con la música popular".

Para el artista, Los Gofiones "es un referente de nuestra cultura. Hablar de la dimensión del grupo es hablar de raíces y mestizaje, tradiciones e historia, en definitiva, es hablar de nuestra idiosincrasia identitaria como comunidad. Durante sus diferentes etapas en ese periplo de casi 50 años de trayectoria, siempre nos han ofrecido sentimiento, un sonido peculiar e inconfundible basado en una notable polifonía coral e instrumental, que se ha traducido en infinidad de producciones muy cuidadas".

Inmerso desde hace cuatro años en el que será su cuarto trabajo discográfico y primero que graba en Canarias, que se titulará Benahoare (isla de la Palma /Mi Patria/Mi casa), Tinguaro comparte el protagonismo de las firmas invitadas en la producción de estudio Por una Cabeza, con la cantante cubana Lucrecia, que canta Flores para tu altar, y la sevillana Tamara, que pone voz al tema Verdad amarga. "Nunca había trabajado con Lucrecia", dice, "aunque tenemos amigos comunes".

Ahora mismo, junto a José Carlos Cejudo (Bajo), Emilio Diena (Batería), José Alberto Medina (Teclados) y Cristina James (Voz), está preparando un directo donde fusiona sonidos de otras geografías. "Es música nueva generada desde Canarias para el mundo", añade Tinguaro, que opina que "a los canarios nos gusta metabolizar muchos estilos musicales debido a nuestra condición de territorio abierto y permeable. En mi primera juventud, las músicas marcadas por la rebeldía, la reivindicación y la protesta social, me llamaron la atención. El rap era eso, pero ha terminado convirtiéndose en otra cosa", advierte. En la producción de ese nuevo proyecto han participado múltiples artistas como Luis Morera, En-Cantadoras, Manolo Tena, Pedro Guerra, Los Gofiones, Troveros de Asieta, Rogelio Botanz, Luisa Machado, Paco Perera, Manolo Guerra, Domingo El Colorao, Edwin Colón, Pedro Manuel Afonso y Arístides Moreno.

Recuerda que siempre creció escuchando en casa la música de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Los Gofiones y Sabandeños, Trío Matamoros, Mercedes Sosa, Taburiente, Víctor Jara... Esa conexión con los ritmos populares le ha permitido sentir un gran respeto por la base que en buena medida la sustenta, el folclore. "Ahora trabajo mucho con la percusión, el ritmo, las enérgicas bases ancestrales que también coinciden con muchos sonidos de África y Mesopotamia, que rapeo en un complicado tiempo de tres por cuatro", señala. "Me encanta la música tradicional, pero también apuesto por lo actual y la evolución", subraya.

"No hay que ser muy inteligente para admitir que los jóvenes cada vez tienen más información y que las nuevas plataformas de comunicación deciden cada vez más lo que está de moda o no. La música nos salva de la destrucción y mi objetivo es que la gente se sane con la música que hago. No estoy inventando nada, pero mi intención es cambiar la energía a la madre Tierra y responsabilizarme de que los seres vivos son nuestro patrimonio. Como hilo conductor en mis canciones siempre he intentado decir algo, ofrecer algún mensaje positivo y de evolución para nuestra tierra y su gente, pero el hecho de viajar tanto y tan lejos, me ha dado la oportunidad de conocer de cerca muchas culturas, ideas, músicas, religiones, etcétera", concluye.