Tres años de trabajo de puertas adentro y una campaña de micromecenazgo en 40 días, en la que 200 seguidores aportaron unos 4.500 euros, permitió al grupo grancanario The Good Company lanzar en 2015 su tercer disco Walden Year. El álbum se distribuía el pasado año entre los mecenas, y hoy 5 de febrero, esta colección de canciones presidida por el pulso literario de H. David Thoreau y su libro Walden (1854), vuelve a activarse con un lanzamiento nacional al abrigo de las marcas Indica y Altafonte, y una gira de promoción en distintas plazas peninsulares del 7 al 14 de abril, que pasa por Vigo, Coruña, Oviedo y Madrid.

Es la nueva vida de un cancionero que incluye los temas Shepherds, Concord, Delta, Aurora, La Noche de Enfrente, Selfisher, Pushing Skies, Falling/Walden y Supreme Grey. La espera ha tenido su premio. El sonido, al menos en este álbum, presenta una paleta sonora y texturas que balancea entre el rock y el pop, entre la intensidad de guitarras y arreglos, y terrenos donde afloran las emociones en clave de pop. El afán por la experimentación, entendida aquí como un juego, se ha cobrado, entre ellas, la relectura a Supreme Grey, la pieza que cierra Walden Year, que se trabajó días atrás en el Auditorio Alfredo Kraus, con la banda junto a la Joven Orquesta de Gran Canaria. "Es fruto del hecho de querer jugar con las canciones, de hacer algo diferente, y surgió una oportunidad que se convirtió en una obsesión", explica Víctor Ordóñez, voz y guitarra en The Good Company.

El disco llega ahora al mercado nacional tras cumplir con los compromisos con los mecenas, "un producto por el que verdaderamente han apostado", recuerda Víctor Ordóñez. "En su momento vi la posibilidad de cómo se podía editar con una discográfica", señala, y ahora llega "en una apuesta de una distribuidora nacional y una productora canaria". "Queríamos que el disco tuviera su oportunidad, dar un circuito comercial a Walden Year y que la gente lo tuviera en otros sitios".

El disco se grabó en Reno Estudios, en Madrid, con colaboraciones de Luca Petricca (León Benavente, Hola a Todo el Mundo), Fernando Boix (Pollock) y Carlos Sosa (Fuel Fandango). La banda, con Víctor Ordóñez al frente, se ha rearmado de cara a esta nueva etapa con Carlos Sosa como batería de directo -tarea que comparte con Sergio Miró, batería de estudio y en producción-; Ruyman Franco, al bajo; Leonardo Segovia (Bel Bee Bee) a la guitarra y teclados; Néstor Hernández (La Perra de Pavlov), a la guitarra; y Chaxiraxi Gaspar, voz.

"Creo que éste es el disco más maduro de los tres", detalla Víctor Ordóñez. "La vida de este grupo es en tres fases, que son los discos que tenemos: un primero 28 (2008) que era esperanzador, no tanto por el disco en sí, sino por el proyecto; luego pasamos una época muy difícil con el segundo disco Dearland (2011) porque había muy malas expectativas". Como bien resume el vocalista, "el ángulo ha cambiado" en el rumbo de The Good Company con Walden Year, tercera entrega con la que abrir nuevas puertas.