El teatro Cuyás despide este fin de semana la primera parte de su temporada 15/16 con Páncreas, una tragicomedia contemporánea escrita en verso, con trazos de humor negro y surrealismo magrittiano. El dramaturgo Juan Carlos Rubio dirige este montaje original de Patxo Tellería que produce la veterana Concha Busto, quien interrumpió su retiro de las tablas para producir esta "joya hilarante" protagonizada por "tres primeros espadas", señaló ayer en la presentación del espectáculo, que acaba de alzarse con el Premio Ercilla a la Mejor Creación Dramática.

Los actores Alfonso Lara (Javilo), Fernando Cayo (César) y José Pedro Carrión (Raúl) -este último en sustitución de Santiago Ramos, por enfermedad-, interpretan los vértices de un triángulo amistoso que gravita alrededor de una insólita propuesta argumental: el primero necesita con urgencia un trasplante de páncreas; el segundo planea su suicidio en un futuro no muy lejano; y el tercero los reúne para acelerar el suicidio del segundo con el propósito de que done su páncreas al primero. Este es el fresco que Tellería sitúa en una terapia grupal para trastornos mentales como casilla de salida y que, poco a poco, se embarca en un viaje por los vericuetos de la condición humana a golpe de carcajada y brochazo negro. Y todo esto, en verso.

El autor estrenó una primera versión de Páncreas en euskera el pasado 2014 en el Teatro Arriaga de Bilbao y, tras el éxito cosechado entre crítica y público, regresó a este mismo escenario el pasado noviembre en una nueva versión en castellano, bajo la batuta de Juan Carlos Rubio. "Páncreas no se parece a nada de lo que puedas haber visto en un teatro", afirma Rubio. "Es un juego teatral con mucho truco, que exprime todas las posibilidades del teatro y que utiliza un lenguaje muy rico desde el punto de vista dramático, porque Patxo utiliza distintos tipos de versos y cada escena está contada de manera diferente". "Todo esto la convierte en una obra excepcional".

Por su parte, Alfonso Lara también celebra la vertiente lírica de un texto contemporáneo que, además, "ofrece risas y carcajadas". "El hecho de haber escrito esta función en verso, más allá de una cuestión estilística, tiene también algo de voluntad de reaccionar contra ese lenguaje tan soez que nos invade desde la televisión", señala Lara. "Páncreas alcanza una cumbre de exquisitez y depuramiento a la vez que reflexiona sobre temas muy serios, como la eutanasia, la muerte o la amistad, pero a través de la carcajada del humor, que es lo que más une en el mundo".

Estas reminiscencias de lo clásico desde una mirada moderna se enriquece con el cruce de corrientes trágicas y cómicas, con guiños a la tradición del teatro de humor de Jardiel o Mihura y a los bombines de Magritte. "Es un espectáculo concebido como un reloj, todo sucede a un ritmo vertiginoso, con algunos aires de thriller y un final muy impactante", expone Rubio.

Su lectura de la pieza, señala, es "muy distinta" a la propuesta "minimalista y sintética" de Tellería, que en esta versión reviste una mayor "teatralidad" con "música en vivo y una gran intención estética". Una propuesta de humor y de palabra que puede "abrir una puerta al teatro clásico" a distintos tipos de públicos en esta divertida aventura donde "nada es lo que parece".