La actriz Julia Robert participará este año, por primera vez, en el Festival de Cannes, en una edición plagada de estrellas de Hollywood, con nombres consagrados como George Clooney, Kristen Stewart, Marion Cotillard, Adam Driver, Charlize Theron, Javier Bardem o una recién llegada como Lily-Rose Melody Depp, hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis.

La veteranía viene de la mano del británico Ken Loach, de 79 años (que presenta I, Daniel Blake); el holandés Paul Verhoeven, 77 (Elle); Jim Jarmusch, 63 (Paterson); o Woody Allen, 80, aunque este último fuera de competición con el filme inaugural, Café Society.

El delegado general del festival, Thierry Frémaux, ironizó con que Loach había anunciado que su anterior filme era el último que iba a realizar, por lo que deseó que I, Daniel Blake sea "el último antes de que anuncie que habrá otro último". Estados Unidos comparecerá en la competición gracias a Sean Penn, que junta a su ex Charlize Theron y al español Javier Bardem en The last face, y al prometedor Jeff Nichols, que regresa al certamen con Loving.

El hueco para Hollywood queda asegurado con los pases fuera de concurso del thriller Monster money, de Jodie Foster, que permitirá a Julia Roberts desfilar por primera vez en su carrera por la alfombra roja de La Croisette, y de The BFG, la vuelta al cine familiar de Steven Spielberg.

En liza por la Palma de Oro estará el habitual contingente francés, formado por cuatro directores (Olivier Assayas, Nicole Garcia, Alain Guiraudie y Bruno Dumont), y la cuota francófona, representada por los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne y el niño prodigio canadiense Xavier Dolan.

Rumanía volverá a exhibir músculo con dos películas en competencia, de Cristian Mungiu y Cristi Puiu, mientras que el cine latinoamericano quedará en manos del brasileño Kleber Mendonça Filho, con Aquarius.

Para la sección paralela Una cierta mirada queda la otra representación latina en la selección oficial: la argentina La larga noche de Francisco Sanctis, dirigida por Francisco Márquez y Andrea Testa. Tras años de ostracismo, el cine español asoma en el festival francés, no solo a través de Almodóvar, sino también de la proyección de La muerte de Luis XIV, de Albert Serra, en sesión especial, del cortometraje Timecode, de Juanjo Giménez, o de la presencia de Bardem en el filme de Sean Penn.