Una vida de canciones donde el suicidio del lider de Nirvana, Kurt Cobain, es la percha a la que aferra Miguel Aguerralde, escritor madrileño afincado en Lanzarote, para cambiar de registro literario tras haber pasado "muchos años metiendo miedo a los lectores". El resultado es el libro La chica que oía canciones de Kurt Cobain (Siete Islas, 2016), que ayer sábado descubrió en la 28º Feria del Libro en San Telmo.

Aguerralde parte del suicidio de Cobain, el último icono del rock del siglo XX, en 1994, que supuso "una convulsión cultural tremenda, un shock que nos afectó a todos", según sus palabras, para hilvanar una historia de personajes que se desarrolla en un instituto de la capital grancanaria donde la música de esta década tiene mucho peso argumental. "Quería hacer una especie de diario de recuerdos míos y de otros amigos, de una época que considero muy importante, que es el paso de la niñez a la adolescencia, una época en la que todo son dudas, donde todo es confuso y todo cambia". Y como quiera que las canciones y sus artistas, conforman una banda sonora asociada a distintas etapas de la vida, incluída la del propio escritor, La chica que oía canciones de Kurt Cobain es una novela que repasa de forma tangencial `lo que se escuchaba en aquellos años.

"Con Kurt Cobain pasó algo muy importante, con su grupo con el movimiento que lideró Nirvana, en unos años en que dieron la vuelta a la música. fueron subversivos, rebeldes incluso, y tenían una popularidad tremenda".