Woody Allen será el encargado de inaugurar hoy el 69 Festival de Cannes con Café Society, protagonizada por Kristen Stewart, Blake Lively y Jesse Eissenberg, que serán los primeros en pisar una alfombra roja por la que pasará, por primera vez, Julia Roberts.

Roberts y George Clooney son una de las parejas más esperadas en esta edición, en la que el jueves presentarán Money Monster, una película dirigida por Jodie Foster.

Pero hay otra pareja que ha generado aún más expectación y es la de Charlize Theron y Sean Penn, que estuvieron en la última edición de Cannes como pareja porque ella presentaba Mad Max: Furia en la carretera. Y este año vuelven, ya separados en lo personal, como director y protagonista de The Last Face, coprotagonizada por Javier Bardem. Si posarán o no juntos en la alfombra roja es una de las preguntas sin respuesta de una edición de Cannes que estará llena de rostros famosos, que darán el glamour habitual a esta cita cinematográfica en la costa azul francesa.

Ryan Gosling y Russell Crowe, protagonistas de The Nice Guys, que se presenta fuera de competición, son los rostros más esperados entre los hombres, con permiso de Justin Tumberlake, que se pasará por Cannes, al margen del festival, para presentar la película de animación Trolls, en la que pone la voz a uno de los personajes.

Y también dará espectáculo el extravagante cantante Iggy Pop, que mostrará su vida al mundo en el documental Gimme Danger, dirigido por Jim Jarmusch, que se proyectará dentro de las Sesiones de medianoche.

Ese apartado contará con la presencia de Mel Gibson, con su último trabajo, Blood Father.

Pop y Gibson pondrán la veteranía frente a la juventud de Adam Driver, el 'malo' de moda en el cine tras entrar en la saga de Star Wars, que llegará a la competición de Cannes en Paterson, también dirigida por Jarmusch, que hará doblete en el festival.

Igualmente en competición, Marion Cotillard, una presencia habitual en Cannes, como protagonista de Mal de pierres, de la francesa Nicole García, que cuenta en su reparto con el español Alex Brendemühl.

Pero este año, en Cannes se habla sobre todo de seguridad. La amenaza terrorista, cristalizada en los atentados del pasado noviembre de París (130 muertos), ha puesto en estado de máxima alerta a las autoridades francesas, cuyo ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, supervisó ayer en persona los preparativos.

Un equipo de artificieros supervisará cada día el Palacio de Festivales para detectar explosivos, y cientos de policías participarán a diario en un dispositivo que Cazeneuve ve "excepcional" ante "un riesgo más elevado que nunca".