El reciente hallazgo del carné de reportero del escritor Antoine Saint-Exupéry, cuando recaló en España como enviado especial del diario Paris-Soir para informar del frente de Madrid durante la Guerra Civil (1936-1939), ha alumbrado una nueva dimensión del Archivo de Salamanca como foco cultural.

A punto de cumplirse diez años de la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, el archivo puede superar la imagen de epicentro de disputas políticas y judiciales con que saltó a la opinión pública hace una década, y convertirse en un referente cultural de primer orden porque "es un auténtico tesoro por descubrir".

Lo afirma el investigador Policarpo Sánchez, especializado en patrimonio y uno de los mejores conocedores de su fondo documental, donde acaba de encontrar el permiso de fotógrafo que la Junta Delegada de Defensa de Madrid expidió el 16 de abril de 1937 al autor de El Principito, Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), a quien avalaron el poeta y periodista Corpus Barga y el entonces ministro de Estado de la II República, Julio Álvarez del Vayo.

Otro de los documentos encontrados, en este caso como afiliado del sindicato anarquista CNT, corresponde al actor de teatro y televisión Paco Martínez Soria (1902-1982), fechado para la temporada 1937/1938 en la que debutó como actor principal en un mediometraje cómico (Paquete, el fotógrafo público número uno), producido por esa organización. Policarpo Sánchez ha encontrado también una carta del fundador y director del FBI, John Edgar Hoover, en la que solicitaba a la II República información sobre la actividad de determinados ciudadanos de Estados Unidos en España. "Es hora de sacar el verdadero partido que tiene el Archivo de Salamanca, de poner de manifiesto su auténtico valor cultural, de darle el espaldarazo definitivo como foco de interés mundial", explicó.