Los amantes de la pintura y la escultura que quieran disfrutar con piezas representativas de algunas de las tendencias más impactantes del arte contemporáneo, o con obras de autores consagrados inéditas en las galerías o museos más habituales, tienen una cita obligada en la sede institucional de la Fundación Mapfre Guanarteme con la exposición Cartografía del gusto. Vivencias con el arte situada en la calle Juan de Quesada, 10.

Perteneciente a un coleccionista tinerfeño que quiere permanecer en el anonimato, la muestra está formada por 45 obras que producen un impacto claro en el observador, o no dejan indiferente, y aunque no haya habido un criterio específico a la hora de la selección, está dividida por obras de temas siniestros, arte abstracto, dibujos y grabados, artistas emergentes, autores canarios, autores españoles de primer orden mundial y artistas americanos de última generación en la línea del formalismo, expresionismo abstracto y figuración.

La historiadora del Arte, Alejandra Villarmea, autora del texto del catálogo de la exposición, señala que el proceso de colocación de las obras ha sido "complejo", porque "ha venido impuesto por el propio patrono", tras seleccionar las que no se expusieron en la primera parte de esta colección en la temporada 2012-2013 que llevaba por título De tú a tú. Maneras de convivir con el arte. "Nos enfrentamos a la situación de cómo colocarlas porque no existía un criterio cronológico claro. Tampoco había ese criterio historiográfico que puedes encontrar en las colecciones de un museo y que te permite separar por escuelas o estilos, por ejemplo", añadió. Villarmea incidió en que en Cartografías del gusto. Vivencias con el arte existe un criterio de selección "más personal". "Se trata de una colección interesante porque los movimientos que se producen dentro de la misma la convierten en una especie de ser orgánico, que va en función de los cambios de gusto del propio coleccionista".

La muestra la abre El acomodador de Andrés Rábago, que da una inquietante bienvenida a los visitantes. Justo enfrente se ubican obras de autores canarios como Juan Bordes, Carlos Chevilly, Pepe Dámaso, Gonzalo González, Juan Gopar o Juan Ismael. En el pasillo de la derecha hay autores nacionales e internacionales como Francis Bacon, Miquel Barceló, Fernando Bellver, Amaya Bozal, Brendan Cass, Eduardo Chillida, Lucio Muñoz, Andrés Nagel o Antonio Tàpies. Y la parte de la izquierda se centra en los estadounidenses Fawad Khan, James English Leary, Walter Meigs o Ángel Otero que aporta la obra más reciente.

Villarmea recuerda que el coleccionista se acercó al arte "desde muy joven" en el ámbito familiar, para luego entre los años setenta y ochenta adentrase en la "vanguardia artística del expresionismo abstracto" de Millares y Chirino y el grupo El Paso, hasta evolucionar a tendencias más internacionales, con los jóvenes artistas norteamericanos. En su opinión, uno de los grandes tesoros de la muestra son las insólitas obras de Gonzalo González entre las que incluye un homenaje a la misma pieza de Francis Bacon que aparece en la exposición situada de forma diagonal a esta. Otra sería poder observar a un Juan Gopar desconocido e influido por El Bosco. O tres obras de Fernando Bellver, uno de los autores que más han hecho por el arte gráfico, perteneciente a una serie inspirada en Goya. Tras esta exhibición, la muestra se traslada en marzo a la sede de la Fundación Mapfre en La Laguna.