"Con el Archivo de Betencuria se abre un nuevo y más apasionante capítulo en la historia de Fuerteventura". Así de entusiasmado se mostró ayer el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, durante la entrega solemne de estos documentos desde el Museo Canario, donde permanecían desde 1932, al Cabildo de Fuerteventura. Clavijo, que asistió acompañado por el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, y el presidente del Museo Canario, Diego López Díaz, añadió que "estos documentos encierran mucha historia desconocida de la Isla".

Este interesante fondo documental, formado por textos judiciales, notariales y administrativsos, a través de 252 legajos fechados entre los siglos XVII y XIX, es conocido tradicionalmente como Judicial de Fuerteventura, aunque los historiadores también se refieren a él como Archivo de Betancuria, pues fue en este municipio majorero donde estuvo alojado hasta 1834. En esta fecha se trasladaron los documentos a Antigua al situarse allí la cabeza del partido judicial de la isla, donde permaneció hasta que el Museo Canario se hizo cargo de su conservación.

Clavijo destacó el papel que tienen los Archivos Históricos de Canarias como memoria colectiva de las Islas y agradeció la labor del Museo Canario en la salvaguarda de muchos documentos que, de no ser por ellos, se habrían destruido. "Es la memoria de las Islas", afirmó, "y están relacionados con la historia del señorío", por lo que los archivos son "una parte importante para el avance en la historia de Canarias junto a la arqueología".

Según los archivadores del propio museo la importancia de estos documentos radica en que, durante esos siglos, eran estos textos los que dejaban plasmados todo lo relacionado con ventas, herencias, compras, producción agrícola y ganaderas o gestión administrativa. Por tanto se trata de unos documentos que irán conformando la historia de las diferentes comunidades ya que en ellos se citan muchos datos sobre la realidad social del momento durante tres siglos de historia. Clavijo aclaró que "aún no podemos adelantar nada" sobre las sorpresas que podrán deparar a los historiadores, ya que ahora pasarán a manos de los funcionarios del Archivo General de Fuerteventura, cuyas oficinas fueron inauguradas en 2014 con las mejores dotaciones para el tratamiento archivístico de los fondos.

Precisamente los términos del acuerdo por el cual los documentos fueron a parar al Museo Canario contemplaban una condición por la que se restringía la encomienda de custodia indefinida al momento en que el Ayuntamiento de Antigua o el Cabildo de Fuerteventura dispusiesen de local adecuado para la instalación del mencionado archivo en las condiciones necesarias para su más perfecta conservación. De esta forma, y gracias a las nuevas instalaciones citadas, los textos vuelven a donde estuvieron originariamente.

Marcial Morales, por su parte, agradeció al Museo Canario la custodia de los documentos durante estos 84 años y la importancia que tienen estos legajos que permitirán profundizar en la historia de Fuerteventura y de Canarias. Morales subrayó que este es el mejor momento para su regreso porque Fuerteventura tiene un "edificio diseñado para la conservación y custodia con unos historiadores jóvenes". Y avisó de que ahora toca realizar un trabajo de organización, por lo que tendrá que pasar un año hasta que esté en disposición de los estudiosos. Por su parte, Diego López Díaz, recordó que el centro museístico cumplió con su deber de salvaguarda del archivo.