Para homenajear al gran Federico García Lorca en el ochenta aniversario de su muerte, la soprano tolosarra Ainhoa Arteta y el pianista bilbaíno Rubén Fernández Aguirre llevan dedicando este precioso programa, La voz y el poeta, al de Granada desde finales de 2015.

Ainhoa Arteta se encuentra, sin lugar a dudas, en plenitud vocal, una evolución que ha sabido llevar con mucho cuidado, eligiendo bien cada siguiente paso a dar para no hacerlo en falso, lo que le permite celebrar sus 25 años sobre los escenarios con la voz más ancha y el timbre ligeramente más oscuro, pero conservando la belleza de su emisión, con unos filados hilados con maestría, balanceando perfectamente el lirismo, el dramatismo y la vis cómica.

Acompañada por su pianista y amigo Rubén, iniciaron el programa con tres de las canciones antiguas del Lorca poeta y compositor, El café de Chinitas, Nana de Sevilla y Sevillanas del siglo XVIII, para continuar con "tres canciones españolas" de Antón García Abril con textos de Lorca: Zorongo, Nana, niño, nana y Baladilla de los tres ríos. Tras una grabación de la voz de Paco Rabal recitando un extracto de Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, La sangre derramada, continuaron con otras tres canciones del compositor y pianista Manuel García Morante: Canción de la madre del amargo, Noche y La Lola. Finalizaron la primera parte con el tríptico de Jesús García Leoz Por el aire van, De Cádiz a Gibraltar, y A la flor, a la pitiflor.

La segunda parte, al igual que la primera, se inició con el Lorca compositor con otras tres de las canciones españolas antiguas: Anda, Jaleo, Los cuatro muleros y Zorongo. Tras una nueva grabación, en esta ocasión a cargo de Rafael Alberti, de Leonardo y la novia de Bodas de sangre llegó una de las sorpresas del programa. La inclusión de las seis canciones para niños de Xavier Montsalvatge, que el compositor adoraba, y que quedaron en segundo plano en relación con las cinco canciones negras, en palabras de su hija Ivette. Dedicadas a Montserrat Caballé, este ciclo es de una sensibilidad extraordinaria que, tal y como indicó la propia soprano, nos hacen aflorar al niño que todos llevamos dentro a través de todas y cada una de sus páginas. Finalizaron el programa con tres canciones de Miquel Ortega, para mí las más expresivas por su intensidad: Memento, Romance de la luna, luna y La canción del jinete.

Rubén Fernández Aguirre es, sin lugar a dudas, el mejor pianista acompañante español de la actualidad, comprometido siempre con llevar a todos los rincones del mundo la música de nuestros compositores, estuvo siempre pendiente de cada respiración, de cada detalle, incluso de hacer de apuntador ocasional; exquisito siempre.

Con el Auditorio en pie braveando los artistas se rindieron y regalaron tres canciones fuera de programa. La tarántula de la zarzuela La tempranica, Alfonsina y el mar y White Christmas.