Adrián Guerra empezó su carrera como productor de cine con la película Buried (Enterrado), dirigida por Rodrigo Cortés, estrenada en 2010. Seis años después, cinco de los trece rodajes de su vida los ha llevado a cabo en Gran Canaria. Por eso, pocas personas más acreditadas que el productor de Escaleritas para opinar sobre si crece la capacidad de Canarias para acoger rodajes. "Sin duda", responde por teléfono desde Barcelona, "creo que entre el apoyo de la ley de rodajes extranjeros y el gran apoyo de los empresarios locales que estamos recibiendo, ahora, por fin, empieza a haber capacidad para materializar el incentivo y traer más producciones a las Islas".

Down a Dark Hall, dirigida por Rodrigo Cortés, que acabó su rodaje el pasado viernes en la Isla, es la película numero 13 de Adrián Guerra (Las Palmas de Gran Canaria, 1984). Su estreno está previsto para el próximo otoño. "Esa es la idea. Queda desarrollar el marketing. Tenemos como socios a Lionsgate y los productores de la saga Crepúsculo, películas con similar perfil de público que han funcionado muy bien en esa estación. Trataremos de aprovechar esa misma ventana de tiempo, que parece la mejor desde el punto de vista del mercado y el espectador".

Guerra insiste en las posibilidades para el cine en Canarias. "Llevamos muchos años haciendo películas en las Islas con inversores canarios y tanto la rentabilidad del vehículo como los avances en la ley han ido venciendo las resistencias. El paso del tiempo sin incidentes ha generado confianza y cada vez son más los que se animan a apostar por el sector. Cuando explicamos nuestros planes aquí hablamos de películas durante décadas. Esta es mi vida y quiero seguir haciendo lo mismo con la misma gente durante muchos años. En una relación a largo plazo las cosas deben hacerse con cuidado, precaución y seriedad para que todo sea con las máximas garantías".

El productor de 32 años y nueve películas estrenadas conoce bien lo que debe hacerse para mejorar la realidad actual: "Falta lograr un sistema de monetización directa para el incentivo de películas nacionales, como sucede con las internacionales, y también aumentar los límites actuales del incentivo. Por desgracia, este techo actual hace que el tiempo de estancia de las películas más grandes como Jason Bourne (Paul Greengrass, 2016) o Aliados (Robert Zemeckis, 2016) sea más reducido. Hay una iniciativa parlamentaria solicitando su aumento y me consta que Hacienda está viendo que el sector está siendo un revulsivo económico importante".

Para ilustrar el auge que está viviendo España en materia audiovisual, Guerra acude al ejemplo de "algo de lo que no se habla, y es que este año ha habido muchísimas series de televisión internacionales. Se habla mucho de Juego de Tronos, pero yo rodé Penny Dreadful; se ha rodado una serie de la Disney en Salamanca, Still Star-Crossed ; Emerald City, basada en el mundo del Mago de Oz, en Barcelona y Andalucía; Crossing the Border en Almería; aparte de varias escenas de otras series como Doctor Who y Black Mirror. Y 2017 viene más cargado. De hecho, parece que el problema es que puede que no haya mano de obra para abastecer todos estos rodajes. En Canarias", advierte, "el problema es que aún no hay infraestructura para acoger rodajes grandes y traerte todo implica un coste muy alto, además de tiempos más dilatados. Ese sobrecoste y la necesidad de más tiempo de preparación hace que a partir de más o menos dos semanas de rodaje no generen más incentivo y no les salga rentable quedarse. Por eso, muchas series prefieren la Península con un incentivo más bajo. A medida que haya más infraestructura y se vaya formando a más gente, ese sobrecoste de las Islas disminuirá".

El Cabildo de Gran Canaria trabaja en la construcción de unos platós en la Isla. Adrián Guerra opina que son "básicos para el desarrollo y asentamiento de la industria en Canarias. La clave en otros lugares como Sudáfrica o Toronto fue construir estudios, que es lo que permite que las películas puedan estar meses. A nivel estratégico es indispensable. Debemos creernos que Canarias puede ser el plató de Europa de aquí a unos pocos años, y que siga creciendo. Lo que no es rentable es hacer instalaciones como la Ciudad de La Luz, en las que se gastó mucho más dinero del necesario y fueron gestionadas con demasiada intervención política y poco conocimiento del know how de la industria".

El rodaje de Down a Dark Hall ha sido "intenso, pero muy tranquilo. Es la primera película que hacemos en la que los protagonistas son adolescentes y, además, con muchísimo trabajo de plató, nunca habíamos tenido tantas semanas en estudio ni un trabajo tan complejo como en esta película, ya que además tuvimos un tiempo de preparación muy corto". La película se ha rodado en Gran Canaria en dos de sus diez semanas. Las otras ocho se filmaron en los estudios del Parque Audiovisual de Cataluña, en Tarrasa. "La idea era acometer todo el rodaje en Gran Canaria, pero no hay aún platós ni tampoco naves industriales con los requisitos que precisamos. Así decidimos llevarnos a Gran Canaria todo lo que no suponía construcción".

De lo más destacado desde el punto de vista artístico de Down a Dark Hall es que Adrián Guerra vuelve a rodar con el director Rodrigo Cortés y el guionista Chris Sparling. Con ambos empezó su carrera en Buried. "El guión estaba escrito. Lo que hicieron Cortés y Sparling fue reescribirlo para esta película. Con Rodrigo es mi tercera película como director y quinta como socios, ya que participó en Emergo (2011) y Grand Piano (2014). Su trabajo es excelente. La película impresiona en lo visual, con muchos momentos de tensión y un gran trabajo de personajes".

Además de esta, Adrián Guerra estrenará cuatro películas más en 2017. Contratiempo (Oriol Paulo), "un thriller hitchockiano súper entretenido, lleno de giros y donde el público lo va a pasar bomba", se estrena el 6 de enero; El guardián invisible (Fernando González Molina), "un grandísimo thriller negro con un enorme trabajo de Marta Etura", el 3 de marzo; Inside (Miguel Ángel Vivas), "una experiencia de suspense y tensión de 90 minutos con la que el público disfrutará mucho", en verano; y The Titan (Lennart Ruff), "película muy ambicioso de ciencia ficción con muchos efectos especiales donde veremos zonas de Gran Canaria nunca retratadas en cine", en otoño.

Quiero saber si en un año plagado de estrenos prevé mantener el mismo ritmo de producción. "Hasta que no estemos rodando todo es humo en el aire, pero la idea es que el próximo año tengamos al menos tres películas nuevas que están pensadas para rodarse en buena medida en Gran Canaria y Fuerteventura. En total, contando también las que haremos fuera, podrán ser un mínimo de cuatro. Dentro de los planes de tanta producción sostenida en las Islas, no solo en 2017, sino también en adelante, está siendo básico el apoyo de Macaronesia Films. La apuesta de todos los empresarios que están en esta empresa y los que colaboran con ella es la clave para el desarrollo del sector en los próximos años y, más allá de los rodajes de Nostromo, nos ha permitido soportar otros rodajes que han tenido lugar en las islas este año y varios más que llegarán". Sobre el dinero que dejará el rodaje de Down a Dark Hall, este informa que "lo diremos en un mes. La filmación terminó, pero la película es un animal vivo que sigue consumiendo dinero. El cierre contable del rodaje lleva varias semanas desde que se termina de filmar".

Guerra no quiere despedirse sin anunciar la creación de una nueva empresa en la Isla. "Acabamos de arrancar en octubre pasado, en instalaciones de la ULPGC, Orca Pictures para trabajar efectos digitales, realidad virtual e impresión 3D. Tenemos a cinco chicos ocupados en lo que queremos que sea un laboratorio de I+D para desarrollar técnicas de cine y efectos visuales. La idea es ir trabajando en la parte tecnológica del cine e ir formando a gente local trayendo también a gente de fuera, y dar ese valor añadido que siempre tienen las nuevas tecnologías y que en el cine español no está tan extendido, pero que será básico para poder afrontar producciones más ambiciosas y colaborar con los grandes rodajes extranjeros en las Islas".