"Siempre me gustaron los retos y el sector del cine en Canarias tiene aún mucho que demostrar. Hoy todo apunta a que realmente va a suponer una actividad industrial potente, pero todo está por construir, hay muchísimo camino por recorrer". Quien habla es Jaime Romero Cerdá (Las Palmas de Gran Canaria, 1982), consejero delegado de Macaronesia Films. Nos atiende en la oficina, en un primer piso situado en la confluencia de las calles Alonso Alvarado con Venegas. Jaime Romero habla mientras se ajusta chaqueta y corbata ante la llegada inminente del fotógrafo del periódico. "Participar y desarrollar un proyecto que es una herramienta de diversificación económica de las empresas que integran Macaronesia Films y conseguir que de esta iniciativa se pueda generar una nueva industria en Canarias, que además es plenamente complementaria con nuestros sectores tradicionales, es una oportunidad indudable", asegura.

El martes de la semana pasada, Macaronesia Films celebró un nuevo consejo de administración. La sociedad, con ocho socios, nació cuando "por fin se había clarificado el panorama de los incentivos fiscales a la producción audiovisual en Canarias, gracias a la modificación del impuesto de sociedades, que entró el vigor el 1 de enero de 2015. Ese momento generó, por fin, un marco regulador suficientemente estable para poder ver en el sector del cine en Canarias un potencial de fuerte crecimiento". En la empresa, con sedes en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, se integraron otras que venían participando y promoviendo proyectos audiovisuales de manera recurrente en las Islas. La principal, Nostromo Pictures, del grancanario Adrián Guerra, "hoy en día una de las principales productoras de España, como socio industrial". Junto a esta, Satocan, la Agencia Marítima Afroamericana (perteneciente a Astican), Contactel, el Grupo Mur, Lopesan y Lanzateide (del grupo Montesano). "Las producciones estaban viniendo con inseguridad sobre si serian capaces de materializar el incentivo fiscal y limitadas por ello a la hora de programar la duración de sus producciones", afirma Romero. "Detectamos claramente la necesidad y definimos dos líneas de actuación principales. La primera, ayudar en la gestión del incentivo, aclarando todos los términos de la normativa. La segunda, desarrollar una actividad industrial en la prestación de servicios que nos permita que los materiales e infraestrcuturas, que prestaban empresas de fuera, se sirvieran a través de una empresa canaria".

Certidumbres

Desde el nacimiento de la Autonomía en 1982 y hasta hace siete años, las Islas Canarias ocupaban un papel residual en el contexto audiovisual español y europeo, con unos creativos y técnicos locales abocados a la emigración o buscar otro empleos y subordinados a unas políticas casi siempre de baja calidad. Con la regulación de las deducciones en actividades cinematográficas en la Ley del Cine, 55/2007, y gracias a los veinte puntos de deducción adicional que prevé para ellas el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, el barco del audiovisual en Canarias comenzó a virar hacia costas más frondosas. "Hoy, la industria del cine está identificada con capacidad de ser una nueva fuente de generación de empleo y riqueza para el Archipiélago, y una alternativa de diversificación económica para empresas de otros sectores", insiste Romero. "Y lo que pretendemos nosotros es generar un marco de certidumbres que dé seguridad a las productoras y, a través de esa alianza, lograr la llegada de rodajes de manera recurrente a Canarias y que esto nos permita acometer inversiones que les den servicio".

Hasta el momento, la actividad de Macaronesia ha tenido un mayor peso en Gran Canaria. "La realidad es que cuando hablamos de cine no hablamos de una sola isla, sino de todas en su conjunto", observa. "Nosotros estamos constituidos por empresas de Gran Canaria y Tenerife, tenemos sede en ambas y no nos ponemos límites en lo que se refiere al apoyo a proyectos. Macaronesia Films trabaja para todo el Archipiélago. No debemos usar expresiones como "comerse el pastel" de las producciones en una isla concreta, porque estamos ante un entorno donde, probablemente, la tarta se vaya haciendo cada vez más grande si colaboramos entre todos. Estamos en un entorno en que nos tenemos que ver entre los distintos agentes del sector como colaboradores necesarios. Y que las dificultades por sobrecostes, que se están encontrando algunas producciones al no tener aquí los equipamientos suficientes, las podamos cubrir de manera razonable en las siete Islas si fuera necesario". Para Romero, la dinámica por la que pasa actualmente el desarrollo del cine en Canarias es una "espiral virtuosa en la que avanzamos todos juntos".

Siempre gana

Le pregunto por lo que sería necesarias para añadir más certidumbre al desarrollo del sector audiovisual. "Una clave es el propio incentivo, entre los más potentes de nuestro entorno. La labor de la administración de difusión de su fiabilidad y seguridad jurídica es básica para que los empresarios se sientan reforzados en el momento de invertir. Junto a eso, hay infraestructuras fundamentales. Apunta bien el Cabildo de Gran Canaria con el desarrollo del plató que quiere hacer en Infecar. Es una infraestructura esencial y básica, pues de hecho lo que pasa en Canarias a día de hoy, es que la mayoría de rodajes se están desarrollando en Canarias en exteriores con la tensión que eso también supone en el uso de espacios públicos y trastorno a los ciudadanos. Con un sector aún incipiente, que la administración pública haya asumido ese liderazgo es muy positivo".

Desde su nacimiento, Macaronesia Films se marcó como estrategia principal ofrecer seguridad a las producciones que aspiraran a financiarse con el incentivo fiscal desde Canarias. "Identificamos proyectos que estaban teniendo dificultades para materializar ese incentivo, les solucionamos el problema e iniciamos un trabajo de prospección de distintos proyectos a traer durante 2016. Así, se consiguieron El faro de las orcas (Gerardo Olivares), Down a Dark Hall (Rodrigo Cortés), proyecto de Nostromo Pictures, a la cual además dimos soporte como empresa de servicios, y Contratiempo (Oriol Paulo). En 2017", continúa Romero, "estimamos traer hasta cuatro proyectos de entre 4 y 6 millones de euros a las Islas. Es pronto para adelantar títulos. En base a los que finalmente se logren ajustaremos nuevas inversiones en infraestructuras. Ahora estamos adquiriendo vehículos especializados, hemos adquirido un camión de producción y preparando uno de maquillaje adaptado".

Sin restarle méritos a las grandes superproducciones internacionales, la apuesta de Macaronesia pasa por utilizar el incentivo para producciones nacionales. "Lo bueno del modelo del incentivo nacional es que obliga a las productoras a buscar un socio local que se implique en el proyecto, eso fuerza a la diversificación de las empresas locales". La fórmula convierte al inversor en coproductor de la película por su necesaria participación en la Agrupación de Interés Económico (AIE) que materializa esa inversión. La inversión privada entra cuando a la película le falta aún por cubrir aproximadamente el 30% de su financiación. "El incentivo fiscal rebaja ese 30% a través de socios locales que participen en la producción. Con la fórmula, el inversor participa como coproductor de la película obteniendo derecho a aprovechar las ventajas del incentivo fiscal. Eso ya le garantiza una rentabilidad. Además, si la película va bien, recibe beneficios de su comercialización".

Cine y política

En su etapa política, cuatro años de concejal de Desarrollo Social, Bienestar e Igualdad con Juan José Cardona como alcalde, Jaime Romero Cerdá hizo los primeros contactos con el audiovisual. "Quien conozca mi carrera sabe que provengo del sector privado. Participé en la génesis y fui gerente de la Cámara de Comercio Norteamericana y del Clúster Canarias Excelencia Tecnológica y asesor del Círculo de Empresarios de Gran Canaria. Después di el salto a la polític con la voluntad de aportar ahí el conocimiento adquirido para ayudar en mejorar la ciudad en que vives. Fue una etapa muy positiva. Vengo, además, de una familia con una amplia tradición empresarial, con el Grupo Mur como referente, que decidió coparticipar en Macaronesia para liderarlo con las demás empresas. Eso cerró el círculo en un momento en que entendía que mi etapa en la política estaba cumplida".

El nivel de exigencia técnica y logística de un proyecto de cine "es muy alto", explica Romero. "En un muy corto período de tiempo hay muchas empresas y actividad alrededor, que tienen que cumplir con los procedimientos y plazos de forma escrupulosa para que el proyecto salga en tiempo y forma. Es un sector que, a la par, distribuye muy bien la riqueza que genera".

Quiero conocer cuáles son, a su juicio, los principales obstáculos a los que se enfrenta el desarrollo del sector. "El objetivo de Macaronesia es que todos los proyectos en los que participemos se desarrollen en Canarias y que generen el mayor gasto posible en las Islas. En ese sentido, una clave sería buscar una fórmula exigiendo mayor proporción de tiempo de rodaje en las Islas para que el Gobierno diera el Certificado de Obra Audiovisual Canaria. Por otro lado, hay comunidades, como Cataluña, que han recibido la competencia para poder calificar las obras audiovisuales como españolas. Canarias no tiene aún esa competencia delegada. Es algo que ayudaría a agilizar los trámites y que debería empezar a solicitar el Gobierno de Canarias".

Jaime Romero opina que "el principal lastre a día de hoy es el desconocimiento del empresario canario de cómo funciona el sector y las oportunidades que ofrece. Gran parte de nuestro trabajo es difundir y dar a conocer las oportunidades que puede dar el audiovisual a los empresarios canarios. Es clave el esfuerzo que se hace desde las administraciones públicas por promover todo lo que haga que el cine se perciba cada vez más como una sector estratégico para Canarias. Y que ese mensaje cale también entre los pequeños y medianos empresarios. Para estos, el mensaje es: "conózcanlo y analícenlo, porque es un sector que ofrece una alternativa de negocio a sus empresas para crecer y diversificarse". El sector del cine es, a día de hoy, de las pocas industrias en que podamos ver un desarrollo potente para Canarias en los próximos años. Si todos somos capaces de alinearnos y de empujar a la vez, nos va a dar muchísimas alegrías".