Elle, la inquietante obra del holandés Paul Verhoeven, se alzó el pasado viernes con el César del cine francés a la mejor película, pero solo pudo acompañar esa estatuilla con la de mejor actriz para Isabelle Huppert, poca recompensa para un film que partía con 11 candidaturas. La ganadora del Globo de Oro a la mejor película extranjera vio como le robaba protagonismo el canadiense Xavier Dolan, que a sus 27 años sumó, con su sexta película, Juste la fin du monde, tres estatuillas, entre ellas la de mejor director y mejor actor para Gaspard Ulliel, además de mejor montaje para el mismo Dolan. Fue la sorpresa de una noche en la que el cine francés dispersó tanto sus galardones que parecía difícil detectar los premiados.

Más fácil fue reconocer a la gran derrotada, Frantz, de François Ozon, que también partía con once nominaciones y solo consiguió la de mejor fotografía. Divines, el retrato de la conflictiva periferia de París de Houda Benyamina, se llevó tres de las candidaturas a las que optaba, mejor ópera prima, mejor actriz revelación y actriz secundaria.

La gala, con poco relieve crítico y político, cobró relevancia cuando recibió el César de honor el actor y director estadounidense George Clooney. Lanzó un mensaje al mundo para que dejen de tener miedo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La mayor ovación la arrancó un desmejorado Jean-Paul Belmondo, con 83 años apoyado en una muleta y con un brazo paralizado. estoy aquí".

Como mejor película extranjera, fue designada I, Daniel Blake, del británico Ken Loach, que suma a la reciente Palma de Oro que hace unos meses logró en Cannes.