El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) tiende un nuevo puente a los jóvenes creadores para visibilizar sus propuestas e incorporar sus miradas y lenguajes al diálogo cultural que promueve el centro con la ciudadanía. A la consolidación de Territorio CAAM, rebautizado después de Territorio Okupado en una firme invitación a que los jóvenes artistas de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria se sientan como en casa, le sigue ahora el proyecto Espacio CV. Creatividad y Visibilidad. Y próximamente se abrirá una primera convocatoria para artistas en residencia en el CAAM, que permitirá a los talentos emergentes desarrollar su potencial creativo en los talleres del centro durante un mes.

El programa Espacio CV, que abre hoy sus puertas, nace como plataforma de promoción de jóvenes talentos de la creación contemporánea, menores de 35 años y residentes en Canarias, para la exhibición de sus obras en el centro durante un mes y medio.

Esta primera edición ha distinguido 10 propuestas de un total de 43 proyectos seleccionados a través de una convocatoria pública abierta a comienzos de año. Bajo la coordinación de Cristina Déniz, miembro del departamento artístico del centro, la selección abraza un variado espectro de formatos y disciplinas, como la pintura, el collage, el arte sonoro, la instalación fotográfica y el formato audiovisual, pero que comparten, en conjunto, su carácter original e inédito, con un discurso crítico subyacente que dialoga con nuestro tiempo.

" Espacio CV no sólo busca visibilizar las creaciones de los jóvenes artistas, sino abrirse a su vez a esas técnicas y lenguajes más actuales y menos conservadores, que no siempre tienen cabida en las exposiciones y, a veces, quedan en tierra de nadie", destacó Déniz.

Las propuestas de esta primera promoción se exhibirán en dos muestras: los artistas Cristina Toledo, Carlos Álvarez, Dailos Ruiz, Valentina Borsani y María Vioque inauguran la primera exposición esta noche, a las 20.30 horas, en el centro capitalino, donde se exhibirán hasta el 30 de abril. Y completan esta nómina los artistas Francisco Javier Cabrera, Rocco Cardinale, Silvia Grimaldi, Amaury Santana y Dácil Ventura, que descubrirán sus obras entre el 14 de septiembre y el 19 de noviembre.

Esta senda de apertura a nuevos formatos de la mano de jóvenes talentos impulsada desde el CAAM, bajo la dirección de Orlando Britto, resulta así en cuatro proyectos anuales dirigidos a "reforzar la visibilidad de los creadores jóvenes de Canarias o residentes en Canarias", apuntó ayer el director. Tanto Britto como Déniz destacaron "el alto nivel" de las propuestas de Espacio CV, así como la concurrencia de proyectos en esta primera edición. "Nos ha sorprendido que se presentaran tantos creadores y que, además, muchos nos fueran totalmente desconocidos hasta ahora", apuntó la coordinadora.

Propuestas

Las intervenciones de los cinco artistas de Espacio CV que se exhiben a partir de hoy visten los espacios del CAAM ubicados en Los Balcones, número 9. El artista Dailos Ruiz (Fuerteventura, 1989) presenta una serie de cinco collages compuesta de retazos de telas y fotografías de cuerpos y rostros, que interpela a los cánones encorsetados que rigen la sociedad occidental contemporánea. El creador señala que este ideal estético "resalta determinadas partes del cuerpo y, si cogemos un trozo de lo que nos gusta de cada persona, construimos un monstruo". Así, "la composición final se convierte en una serie de Frankesteins", que evoca la distorsión de la normativa estética.

Por su parte, la artista Cristina Toledo (Las Palmas de Gran Canaria, 1986) exhibe la pieza Oscuridad Cegadora, inspirada en "la transformación de imágenes digitales en pintura, para darles un cuerpo y una relevancia diferentes". La artista rescató fotogramas censurados de películas de los años 20 o 30 basados, en su mayoría, en cuerpos de mujer. En este sentido, la artista incide en "el juego entre las imágenes censuradas y su viralidad actual en YouTube". "Este juego de invisibilidad y viralidad encarnado a través de la pintura permite, además, una contemplación distinta, porque el mundo virtual es muy inmediato, mientras que el arte permite una reflexión y te hace volver a pensar sobre ellas".

En la sala contigua, Carlos Álvarez (Salamanca, 1990) pone en relación el sonido y el espacio en la instalación de audio La tarde del amor, concebida en exclusivo para esta sala y exposición, que pone de manifiesto "que el sonido forma parte de nuestro día a día tanto como la imagen" en el siglo XXI. La instalación invita a sentarse en una atmósfera envolvente de vibraciones y sonidos en estéreo "que pone en situación de escucha".

Y bajo el título Nihil 0.0, Valentina Borsani (Montevideo, 1987) convierte un fanzine de imágenes nocturnas festivas en una instalación fotográfica pulida con brochazos sucios y medios analógicos para construir "un relato a partir de conceptos de la psique humana, como Eros y Tánatos, o la belleza y el asco". Su título se corresponde con el significado de "nada" en latín, que alude "al nihilismo, las válvulas de escape y el lado oscuro de la gente cuando se divierte".

Por último, María Vioque (Ciudad Real, 1988) crea un universo imaginario por medio del vídeo donde, bajo el sugerente título Sueño provocado por el sonido del vuelo de una mosca, traza un relato fantástico y melódico que arropa, de forma paralela, la trama audiovisual que presentan las imágenes.