El fenómeno Taburete, la banda madrileña de pop melódico liderada por Willy Bárcenas y Antón Carreño, es un caso insólito en el panorama musical: de grupo del montón con un solo disco autoeditado en 2015, Tres tequilas, han pasado a agotar las 17.000 localidades del Palacio de Los Deportes de Madrid el pasado jueves, asentándose en primera línea del mercado nacional sin el respaldo de una multinacional ni promoción en radios o medios convencionales.

Su telón de fondo ya despertó la atención mediática en sus comienzos: Willy Bárcenas, hijo de Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular; y Antón Carreño, nieto de Gerardo Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE, fundaron la banda a finales de 2014, entre los ecos de Soto del Real, que completan los músicos Joaquín Gasset, Guillermo García Carrión y Antonio de la Fuente. Y en menos de dos años después, su repertorio de indie-pop, con influencias rancheras registra legiones de seguidores de la generación de los 90 en toda la geografía española con más de 10 millones de reproducciones en Spotify y sold outs en las salas y festivales más multitudinarios del país.

Detrás de sus canciones frescas "de estilo new age, pero tranquilito", en palabras de la banda, y su estética indie-pija, respira una novedosa maquinaria de promoción que, de forma precisa, rápida, eficaz y viral se cuela directa en el corazón de todos sus fans potenciales.

Se trata de una estrategia de microsegmentación digital auspiciada desde The Good Click, una empresa de estrategia online, basada en "la captación de audiencias en Internet en función de más de 100 parámetros de búsqueda, como datos sociológicos, políticos, demográficos, hábitos de compra o estilos de vida". "Llevamos a cabo una captación de forma transversal en la que localizamos y seguimos a los usuarios a través de su navegación en la red, de modo que impactamos al usuario y no al medio, y lo hacemos utilizando distintos formatos de publicidad, mensajes y creatividades según el medio y perfil del usuario", revela Clara Barral, directora creativa de The Good Click. "No somos invasivos y ofrecemos un contenido atractivo al usuario, que le invita a interesarse, en este caso, por Taburete".

Sin embargo, la estrategia de microsegmentación, detrás de grupos como Bastille, en sus conciertos de Madrid y Barcelona, o Macaco, no había funcionado "con la intensidad y la efectividad de Taburete", según indica Barral. "Ellos son especiales y tienen una visión del negocio ultrainnovadora: montaron su propia estructura al margen de la industria y apostaron por un modelo nuevo basado en el marketing online", revela Barral. "Pero, sobre todo, lo hicieron siempre sin perder de vista lo fundamental, que son las canciones y su carisma. Nuestro trabajo consiste en poner al cliente en la puerta de la tienda, pero que éste compre ya no es nuestra responsabilidad. En el caso de Taburete es fácil, porque su contenido tiene mucho gancho".

Además, los beneficios para la banda son varios. "Por un lado, por la optimización de recursos económicos frente a la promoción convencional, porque la publicidad online microsegmentada impacta a los usuarios con muchísima precisión", apunta Barral. "Pero, además, el análisis de datos les permite tener un conocimiento más profundo de sus fans y, así, poder definir mejor sus campañas de promoción y contenidos". Y así, sucesivamente, continúa girando esta rueda imparable que, como citó una vez Willy Bárcenas, "está arrollando todos los prejuicios".