El cineasta chino Wang Xuebo presentó ayer en el Teatro Pérez Galdós su ópera prima Knife in the clear water, premiada en el Festival de Cine de Marrakech, que concurre en la Sección Oficial del certamen capitalino y opta a la Lady Harimaguada de Oro Fundación Cajamar. La película, filmada en un pueblo remoto de la región china de Ningxia, narra una historia a caballo entre la ficción y el documental alrededor de una familia de campesinos de la comunidad musulmana Hui, que representa el 1% de la población chinay "que vive su día a día en unas condiciones extremas e inhóspitas".

El conflicto del filme se desarrolla cuando el anciano Ma Zishan afronta los preparativos para la ceremonia de purificación de 40 días en homenaje a su esposa, recientemente fallecida, ante lo que el hijo de ambos plantea sacrificar al único toro que tienen, lo que genera un dilema a Ma Zishan.

El guión de Knife in the clear water se basa en una novela de Shi Shuqing de 6.000 páginas y, aunque se fraguó en primer lugar como un cortometraje, Xuebo quiso tejer un filme de larga duración que retratara "cómo el ser humano afronta las cuestiones de la vida y la muerte", a partir de un relato crudo y de gran potencia visual. "El público se plantea, a partir de esta película, cómo una minoría étnica puede sobrevivir a estas circunstancias", reveló ayer el director, cuyo filme se ha proyectado en Busan, Gotemburgo, Róterdam, y Vancouver.

Una asignatura pendiente es su proyección en el pueblo donde se rodó. "Por fin nos han dado permiso para proyectarla el próximo julio", reveló Xuebo.