Extraño que la historia que cuenta este film se pare en el momento más álgido de la carrera de Oasis, cuando dieron aquel recordado concierto en Knebworth durante dos días de 1996 ante 250.000. No hay nada de su caída, aunque los responsables de Amy consiguen que no lo echemos de menos. "Oasis éramos como un Ferrari: gran pinta, cojonudo para conducir y, si pierdes el control, te partes la crisma".

Así eran Liam y Noel Gallagher cuando trabajaban juntos, dos "chavales de casas baratas. Hermanos. Putos majaras" y un trío de colegas de apariencia mundana que consiguieron convertirse durante un par de años en el grupo de rock más grande del planeta. Y así lo recoge esta saga "bíblica de la hostia", de drogas, peleas, rock'n'roll, rivalidad consanguínea y brit-pop global. Todo a lo grande, como un meteorito fuera de control. Si no se podía ir más allá, tampoco era necesario documentar su final.

Oasis Supersonic se proyecta hoy en el Monopol Music.