El espectáculo Ida y vuelta de la compañía canaria Jiribillas 3.0 Producciones, que se representa mañana jueves a las 22.00 horas en la Plaza de Santa Ana, ofrece un viaje por los sentidos en el que los espectadores podrán "oler, comer y tocar". Así lo aseguró su director, José González Padrón, durante una presentación ayer en la que estuvo acompañado por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Encarna Galván; la directora del Festival de Teatro, Música y Danza Temudas, Marisol García y el actor José carlos Campos.

González subrayó que se trata de cuatro historias "con mensaje" con el que se pretende "conseguir un diálogo con el espectador", para que este disfrute de otros sentidos que no sean solo el de la vista y el oído. Para ello se repartirán entre los espectadores 1.500 kits cuyo contenido se mantendrá en secreto hasta el día de la representación y una voz en off sugerirá al espectador como utilizarlo.

La obra, que abre la 21ª edición del Festival de Teatro, Música y Danza Temudas, tiene un presupuesto de 28.564 euros, es una de las tres producciones de estreno de la programación, tiene una duración estimada de 70 minutos, y reúne a más de 60 artistas que desplegarán una creación donde la percusión, la danza, las acrobacias y la música en directo tendrán un papel relevante. Un total de 15 percusionistas y 24 bailarines acompañarán a los actores Raquel Amegashie, Yanely Hernández, César Yanes, Circe Santana, Alicia Ramos, Mingo Ávila, Cristian Sánchez Torrero y Saulo Trujillo, en un montaje que contiene elementos de los trabajos de compañías como Stomp, Mayumaná, Nanta Show o Cirque du Soleil. "Realmente", señaló. "Se trata de un espectáculo multidisciplinar que parte de cuatro historias sobre migraciones, cuatro vidas que han tenido que salir obligadas de su lugar de origen y que se encuentran en una misma ciudad" y a las cuales ellos han dado una coherencia a través de una puesta en escena que se basa en el ritmo y la percusión, la música, el teatro y la danza.

José Carlos Campos, que ejerce de maestro de ceremonias, añadió que "es todo un reto para mí el romper la cuarta pared" ya que se dirige constantemente a los espectadores y es él quien los guía a lo largo y ancho de toda la Plaza de Santa Ana. "Se trata de un espectáculo que habla de la añoranza de lo que dejamos y las raíces de lo que tenemos, para mostrar que todas las historias tuvieron diferentes perspectivas; todo ello unido a sabores, olores, etc.", añadió.